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El tema de los dibujos, lo he dicho muchas veces, no es tan importante para mí.
Es verdad que he usado el 4-3-3, pero habrá matices y buscaremos el mejor dibujo para la plantilla que tengamos; matizar enriquece al equipo, lo que hagamos lo haremos convencidos", ha sido
la respuesta de Julen Lopetegui a la pregunta formulada por
ED sobre su sistema ideal durante la presentación del vasco como nuevo entrenador del Sevilla FC. Pero la cuestión es que el vasco siempre ha apostado generalmente por e 4-3-3 o, en su defecto, por
un 4-1-4-1 o un 4-2-3-1. De ahí no se ha movido.
O sea, que Lopetegui, al contrario que Pablo Machín,
sí da importancia a los extremos, y ahí reaparece la figura de un
Quincy Promes que fue máximo anotador de la Premier Liga rusa en dicha posición y que ya dejó caer que
no desea volver a jugar de carrilero o, ni mucho menos,
de lateral.
Se da la circunstancia, además, de que
a Lopetegui le gustan los extremos a pierna cambiada, para que sea un lateral de largo recorrido el que ocupe toda la banda.
Dani Pacheco, Isco, Iniesta, Pedro o Brahimi han sido futbolistas que han ocupado con dicha demarcación en sus distintos equipos, por lo que el holandés podría jugar al fin, tras un año en Nervión, en su sitio.
Será así, no obstante,
si Monchi no decide hacer negocio con su posible traspaso, pues
Promes tiene mucho mercado y no sería del todo complicado recuperar los
20 millones que el Sevilla pagó al Sparta de Moscú por hacerse con sus servicios. Ahora bien, si se queda, el holandés tendrá una fuerte competencia, pues la idea es que lleguen jugadores de nivel para las bandas, una zona inutizada por el 3-5-2 de Machín.