Con la temporada en juego, objetivos por jugarse y
Joaquín Caparrós sentado en el banquillo sevillista,
Monchi siempre ha querido respetar al técnico utrerano, darle su sitio y referirse lo menos posible a su recambio. "La opción es el entrenador actual, que es Joaquín Caparrós", ha llegado a decir el de
San Fernando, esgrimiendo, en otras, que la continuidad, o no, del utrerano no tenía nada que ver con la posición final del equipo en la tabla.
Y es que ni a eso, finalmente, puede agarrarse un
Caparrós cuyo
Sevilla FC ha quedado sexto, fuera del objetivo prioritario (la Champions) y al que en ciertos momentos clave del tramo final se le ha echado en falta esa garra que, más allá del estilo de juego, se le presuponen a sus equipos.
De ahí que la opinión generalizada dentro del club, esa que no se transmite abiertamente en público, sea que al utrerano hay que darle su sitio, pero que ese no debe estar en el banquillo. Por ello, ahora, con el curso resuelto, el director general deportivo de la entidad nervionense ha comenzado a trabajar a destajo al respecto, aprovechando el viaje a Tanzania, como él mismo dijo, para dejarlo todo más perfilado y poder dejar prácticamente cerrado el asunto del entrenador a la vuelta del compromiso publicitario en el país africano.
Entre tanto, tal y como ha podido confirmar
ESTADIO Deportivo,
Eusebio Di Francesco, a quien
Monchi confió su proyecto en la
Roma, ha ido escalando posiciones, convirtiéndose en el candidato más fuerte ante los ojos de
Monchi para comandar los ilusionantes objetivos que tiene en mente al frente de su segunda etapa como director deportivo del
Sevilla FC. "A Eusebio le tengo una admiración magnífica. No es ni la primera ni la segunda opción", llegó a decir al respecto semanas atrás, negándolo mientras que
Caparrós seguía en el banquillo.
Monchi, como ha reconocido en más de una ocasión, siempre dice la verdad, la verdad que más le interesa al
Sevilla FC en cada momento, y esa es la que interesaba semanas atrás. El entorno del preparador de
Pescara, de hecho, prefiere mantenerse callado al respecto, ante el miedo de poder entorpecer la operación, amén de ser
Di Francesco (y también los suyos) un hombre totalmente fiel a
Monchi.
El italiano, que visitó a
Monchi en
Nervión y siguió el derbi en directo, fue, en parte, el detonante de la marcha del de
San Fernando de la
Roma, después de que el conjunto italiano decidiera despedirlo sin la aprobación del rector deportivo, lo que abrió aún más la brecha existente con el propietario de la
Roma y propició su adiós de mutuo acuerdo.
En
Italia, de hecho,
'Tuttomercatoweb' asegura que en
Nervión trabajan para hacerle a
Di Francesco un contrato por dos temporadas, las mismas que le quedan en la capital italiana, a razón de tres millones netos.