Sin duda, una de las claves de la mejoría sevillista con Joaquín Caparrós al frente no es otra que la mayor solidez defensiva, la cual ha permitido a los nervioneses encajar tan sólo tres goles en cinco partidos, algo que parecía imposible cuando Pablo Machín dirigía al equipo nervionense, con mucha pólvora, pero tremendamente vulnerable en defensa.
Esta marca lo convierte en el equipo menos goleado en este tramo del campeonato, con uno menos que Valencia CF, Atlético de Madrid y CD Leganés, y le permite tener también el segundo mejor 'average' gracias a sus ocho goles a favor (+5), sólo superado por el FC Barcelona (+7).
Además, de los tres tantos recibidos con el técnico utrerano, sólo uno fue en jugada, el de Lo Celso en el derbi.