Tan odiado como querido, el Mudo Vázquez no deja indiferente a nadie en el Sánchez-Pizjuán, y ayer volvió a demostrarlo sobre el verde, frente al Valencia. Una actuación que, pese a no ser suficiente para igualar el partido, después de que el conjunto che hiciera el 0-1 de penalti justo antes del descanso, sí mejoró la imagen del Sevilla FC en la segunda mitad, cuando buscó la igualada hasta el final.
Y casi lo consiguió, viendo los de Caparrós cómo el colegiado no les pitaba un penalti en el añadido y le anulaba un gol por fuera de juego de Ben Yedder. Con la entrada de Franco Vázquez en el descanso, el argentino pasó a ocupar el costado diestro, pasando Banega al centro. Desde ahí, llegó con suma facilidad al área defendida por Neto, rematando tres balones que acabaron saliendo altos.
También conectó el Mudo, desde ahí, con sus compañeros, propiciando un 86% de acierto en el pase, siendo 36 los intentos. Ganó dos dribling y dos tackles, protagonizando tres faltas. Pese a ello, el empate no llegó.