Arana, dispuesto a perder dinero

Arana, dispuesto a perder dinero
Guilherme Arana se entrena en la ciudad deportiva sevillista. - A.S.
Alejandro SáezAlejandro Sáez 3 min lectura
Poco ha cambiado la historia desde el pasado mes de enero, cuando la ventana de transferencias cerró en Europa y el brasileño Guilherme Arana permaneció en Nervión, a pesar de los múltiples intentos del Corinthians por repatriarlo.

Habiendo perdido (aún más) la confianza de Pablo Machín a lo largo de este tiempo y estando aún ahí el Timao, todo indicaba que el lateral izquierdo acabaría volviendo a Brasil antes de que el mercado brasileño echara el cierre, algo que se producirá el próximo 3 de abril.

Y esa, al menos, es la intención tanto en Nervión como en Brasil. Para ello, de hecho, ha viajado a la capital hispalense el director de fútbol del Corinthians, Duilio Monteiro; figura que se reunió el pasado miércoles con la entidad blanquirroja con el deseo de acabar finiquitando el traspaso del joven zaguero, esperándose su 'deadline' para el jueves.

Finalmente, no sucedió, debido a que el Corinthians apenas ha cambiado su planteamiento financiero y pretende firmar al brasileño prácticamente sin dinero. O mejor dicho, sin avales que aseguren la compra de un futbolista que ha sido tasado en algo más de ocho millones de euros (8,5 la última propuesta) a pagar en varios plazos. El primero de ellos, ahora, y no en 2020 como era la intención de los rectores del Timao.

El Sevilla, en su intento de facilitarlo, está dispuesto a rebajar ligeramente las exigencias económicas del primer pago, que se estima en unos tres millones, siempre y cuando estén asegurados los pagos futuros, algo que no sigue estando del todo claro. Es decir, un nuevo encuentro prácticamente improductivo que no ha hecho más que alargar una negociación que, por ahora, no tiene nueva fecha prevista y cuyo cierre está supeditado exclusivamente a que el Corinthians acabe de confirmar los pagos que dice estar dispuesto a afrontar para hacerse con Arana.

En Brasil, mientras tanto, acusan de todo el embrollo al exsevillista Renato, actual director deportivo del Santos que habría intentado firmarlo y que, al no conseguirlo, habría filtrado al Sevilla de las dificultades económicas del Corinthians para abordar su fichaje. El futbolista, por su parte, sólo quiere volver a casa y está dispuesto a perder los cuatro millones de euros (salario y pluses) que tiene firmados en Nervión. Es decir, la misma historia que hace dos meses.