Pablo Machín se juega el puesto en el banquillo del
Sevilla. Por más que la cúpula nervionense arrope al técnico, la tozudez de los resultados pone en cuestión la continuidad del preparador soriano, que ante el
Slavia vio cómo se le escapaba de nuevo una oportunidad de poner fin a la dinámica negativa en la que anda metido el
Sevilla. El partido ante la Real puede significar un punto de inflexión para bien o para mal en su futuro como entrenador del
Sevilla.
La situación es prácticamente nueva para el preparador de
Gómara, ya que en
Girona le fue bien casi siempre y en el Numancia tampoco corrió riesgo su puesto. De hecho,
Machín nunca ha sido destituido. Cambió
Soria por
Girona después de dos temporadas y llevó al conjunto gironí a
Primera división en su tercera temporada para después mantenerlo de manera holgada en la máxima categoría.
Sólo en una ocasión hasta la fecha vivió algo parecido a lo que le ocurre en el
Sevilla. Fue en su segunda temporada en el
Girona. Después de jugar 'play off' en su primer curso, la campaña 15/16 no comenzó de la mejor manera para él. En las diez primeras jornada sólo sumó dos victorias y la crisis de resultados se extendió hasta casi finalizada la primera vuelta. Al paso por la jornada 18, los blanquirrojos estaban en la parte baja de la tabla y llegaban a
Mallorca después de dos derrotas y un empate. Aunque la directiva nunca le comunicó nada parecido a un ultimátum, la sensación en el ambiente era de que se la jugaba.
El 19 de diciembre de 2015 la amenaza de la destitución sobrevolaba a Machín. El gol de Alvedaño en el minuto 28 suponía prácticamente el adiós del
técnico, pero un tanto de
Kiko Olivas en el minuto 90 permitió sumar un empate agónico y algo más de plazo. Una semana después batían al
Valladolid en casa. Aún perderían otro partido, en Alcorcón, antes de encadenar ocho duelos sin perder, en lo que fue el comienzo de una remontada que les llevó hasta la cuarta plaza y a disputar un 'play off' en el que se quedaron a las puertas del ascenso. El resto de su trayectoria es conocida y fue la que le llevó al
Sevilla. Ahora, vuelve a jugarse su futuro. Entonces, su apuesta fue continuar haciendo lo mismo, aunque el Girona sí que le trajo dos delanteros en el mercado invernal. En Nervión está tocando teclas, pero el equipo sigue desafinando.
Enrique García3 min lectura