La mejor noticia en el peor momento de la temporada para el Sevilla sigue siendo
Wissam Ben Yedder, que se sigue superando a sí mismo y compensa la peor sequía anotadora de
André Silva desde que es sevillista.
El franco-tunecino está ya en los mejores números de su carrera profesional. El sábado marcó, de penalti, el momentáneo gol del empate en la derrota ante el
Huesca y sumó así su vigésimo segundo tanto de la presente temporada, con lo que iguala ya, a falta aún de un tercio del curso, el registro de la 17/18, en la que superó con creces los 18 que metió en su primer año en
Nervión y los 17 de la 15/16 en el
Toulouse (su mejor marca en el club galo).
Además, esa diana en El
Alcoraz fue la número 12 en esta Liga y sirvió para batir los 9 que hizo el año pasado y los 11 de la 16/17, que hasta el pasado sábado constituían su mejor marca en la Primera división española.
Una racha opuesta atraviesa André Silva, que empezó lanzado con siete goles en sus diez primeros choques como blanquirrojo y que vive ahora su peor racha como sevillista: siete partidos seguidos sin marcar -ya enlazó dos rachas de cinco, una entre octubre y noviembre y otra entre diciembre y enero-. Su último tanto fue el 26 de enero, en el 5-0 al
Levante. Luego se fue de vacío a pesar de jugar los 90 minutos ante el
Barcelona (6-1),
Celta (1-0),
Eibar (2-2),
Lazio (0-1) y
Villarreal (1-0); jugó 63 minutos en la vuelta europea ante los italianos
(2-0); vio desde el banquillo la derrota liguera con el
Barça (2-4) y volvió a completar el partido el pasado sábado en
Huesca (2-1).
En lo que va de 2019, el internacional portugués sólo lleva dos goles en un total de 13 encuentros, frente a los nueve tantos en 23 choques que llevaba al término de 2018. Lo más curioso de todo es que el rendimiento del delantero propiedad del
Milan está siendo muy bueno, firmando notables actuaciones y aportando muchas cosas al juego del equipo nervionense a falta, eso sí, de la guinda del gol. Sus 11 dianas le sitúan muy por detrás de las 22 de Ben Yedder y las 19 de
Pablo Sarabia.
Aitor Torvisco3 min lectura