El
Sevilla necesitará hacer caja en verano para afrontar con garantías las operaciones que se encuentran pendientes, como, sobre todo, la ejecución de la opción de compra de André Silva, la que, en un principio, tiene previsto llevar a cabo el conjunto sevillista. Más allá de que pueda producirse alguna venta importante ante la llegada de ofertas irrechazables o que alcancen la cláusula de rescisión de los puntales, el club dispone de una fuente de ingresos casi asegurada en dos de los cedidos en la presente temporada. Son los casos de
Sergio Rico y, especialmente, de
Luis Muriel, a préstamo en el
Fulham y en la
Fiorentina, respectivamente. Ambos han manifestado su deseo de continuar en sus respectivos clubes, que, a su vez, debido a su buen rendimiento, pretenden quedarse con sus servicios. El contrato de cesión del meta en el cuadro londinense no recoge ninguna opción de compra, por lo que cuando acabe la temporada las tres partes deberán sentarse a negociar, aunque, a priori, todas tienen buena predisposición.
Más sencillo es el caso del colombiano, pues se pactó una compra opcional por 14 millones de euros, cifra que la institución ‘viola’ está dispuesta a abonar a tenor del meteórico arranque del cafetero con su nueva elástica, con cinco goles, cuatro de ellos en la
Serie A. El último lo anotó el domingo contra el Inter, un auténtico golazo de falta desde muy lejos. “Quiero seguir aquí. Es mi gran esperanza, Florencia es mágica”, señaló el delantero suramericano.
En esta misma línea se pronunció
Sergio Rico, que, tras un mal comienzo en
Craven Cottage, se ha hecho con la titularidad de forma indiscutible: “Tengo que volver al Sevilla al final de la temporada, pero me gustaría regresar al Fulham el próximo año porque soy muy feliz”.