Simone Inzaghi, técnico del
Lazio, dijo estar "decepcionado" tras caer 2-0 en
Sevilla y ser apeados de dieciseisavos de la
Liga Europa al tiempo que se quejó del arbitraje por no pitar un penalti a favor y por la "expulsión inventada de
Marusic".
En la sala de prensa del
Ramón Sánchez Pizjuán, el entrenador italiano, que lamentó las ocasiones falladas, destacó que su equipo creó "muchas oportunidades tanto en la ida como en la vuelta" de la eliminatoria ante el Sevilla y que en el
Ramón Sánchez Pizjuán controlaron la situación pero sin puntería.
"No me ha gustado el arbitraje, pero no pasa nada. Podían haber pitado un penalti con 0-0 en el marcador. Tuvimos oportunidades con
Immobile y
Acerbi, estamos teniendo una época un poco difícil ante el gol, pero tenemos que hacer lo posible cuanto antes para invertir esta tendencia", indicó.
Inzaghi reiteró que está "decepcionado" porque sabían que "iba a ser un partido difícil", pero podían "haber jugado mucho mejor", lo que aseguró que lograron cuando cambió el sistema a 4-4-2 con la entrada del argentino Tucu Correa, si bien "otra cosa fue no marcar y la expulsión inventada de
Marusic, que cerró el partido".
El preparador lacial valoró que el
Sevilla "sufrió hoy un poco en casa" contra su equipo, pero incidió en que no fueron "capaces de aprovechar las oportunidades claras" de gol ni les señalaron un penalti sobre
Lulic, "porque le impidieron disparar", por lo que les faltó "un poco de suerte".
"A pesar de todas las lesiones, que tampoco pueden ser una excusa, jugamos bien, aunque al final salimos justa y merecidamente del torneo porque no hemos marcado ni en la ida ni en la vuelta. El arbitraje no nos favoreció hoy, pero aparte de eso tenemos que ser capaces de aprovechar nuestras oportunidades", recalcó.