El Sevilla realizó una fuerte inversión por Ibrahim Amadou y el jugador también hizo su apuesta al firmar por los nervionenses.
Capitán en el Lille, en el pasado había rechazado propuestas para elegir el mejor destino deportivo posible.
A día de hoy sigue pensando que acertó fichando por el Sevilla, pero también que el banquillo no es sitio para él.
En el choque
ante el Barcelona el franco-camerunés dio la talla. Ofreció soporte al centro del campo y también se descolgó para llegar al área azulgrana,
hasta el punto de que tuvo una ocasión de gol tras un pase de Sarabia en el área. También en la acción del tanto del madrileño intenta rematar el centro de
Promes. Con su actuación,
Amadou dio la razón a quienes reclamaron su entrada en el Santiago Bernabéu en lugar de los cambios que realizó
Machín.
Pese a la falta de oportunidades,
motivadas por su lesión y por el buen funcionamiento de la medular compuesta por el Mudo, Sarabia y Banega -aunque también ha estado por detrás de
Roque Mesa en las preferencias del técnico-,
Amadou conserva un buen cartel en la Premier. Así, el
Newcastle y el Fulham han pedido su cesión. También
algún equipo de la Ligue 1 ha pedido su regreso al campeonato galo. En todos los casos,
el Sevilla se ha negado a dejarle salir. Tienen fe en el de Duala y, ante las lesiones que sufre la plantilla, confían en que pueda ser útil.
El centrocampista, por su parte,
quiere seguir en el Sevilla, pero si es para jugar. Cree que tiene calidad para hacerlo y ser importante.
Valora positivamente su partido contra el Barcelona, pero considera que no se ha visto aún su mejor versión y que para ello necesita continuidad.
Su salida en enero es prácticamente imposible, así que se dará seis meses más para demostrar que se merece más protagonismo.