El frío análisis de los números del Sevilla en 2018 deja una clasificación histórica para
cuartos de final de la Champions tras eliminar al Manchester United y caer por detalles ante el Bayern de Múnich,
una final de Copa y una nueva
clasificación para competiciones europeas. Sin embargo, la forma en la que se produjo la derrota ante el
Barcelona y el desplome liguero que comprometió incluso la séptima plaza supusieron una de las mayores crisis de los últimos años en
Nervión, que recurrió a la figura de
Joaquín Caparrós, primero en el banquillo y luego en el despacho, para recuperar el pulso.
La llegada de Machín y el buen arranque de la 18/19, con varias jornadas ostentando el liderato, dejan un regusto dulce a un año de contrastes en blanquirrojo.
2018 amanecía con cambio de técnico.
Vincenzo Montella sustituyó a Eduardo Berizzo después de la última jornada del 2017.
Apostaba el Sevilla por el cambio por las sensaciones de un equipo que en resultados marchaba aseado, quinto en
LaLiga y vivo en Champions y Copa. El técnico italiano se estrenó de la peor forma posible, con una derrota histórica en el derbi por
3-5 ante el eterno rival. En sus primeros cinco compromisos ligueros sólo logró una victoria, pero en medio logró meter al
Sevilla en una nueva final copera, que a la postre sería su sentencia. Comenzó una dicotomía entre un equipo que rendía en las competiciones del KO y naufragaba en la de la regularidad, con quebrantos especiales a domicilio.
Con Montella, el Sevilla sólo ganó en LaLiga en los campos de los descendidos
Málaga y Las Palmas, mientras que encajó sonrojantes goleadas en
Eibar (5-1) o Vigo (4-0). Pese a todo,
Montella conservó el crédito tras eliminar al Manchester United de Mourinho en los octavos de la Champions, con una
histórica victoria en Old Trafford con doblete de
Ben Yedder. A ese hecho y a la final de Copa en el horizonte se agarró el Sevilla mientras entre los meses de marzo y abril se desplomaba en LaLiga enlazando seis jornadas sin ganar que no sólo le descolgaron de la lucha por la
Champions sino que hicieron peligrar su presencia en la
Europa League.El
Bayern de Múnich acabó con el sueño europeo en una eliminatoria bien competida por los hispalenses.
Pero fue el Barcelona el que dio el golpe de gracia a la temporada con la aplastante victoria en la final de la
Copa del Rey por
0-5 sin que los blanquirrojos presentaran apenas oposición.
Una semana después, y tras perder contra el Levante, Joaquín Caparrós regresó al Sevilla. El utrerano tenía cuatro partidos por delante para mantener la séptima plaza y lo consiguió ganando al
Real Madrid, a la Real Sociedad y al Alavés y empatando el derbi contra el
Betis.
El Sevilla acaba 2018 después de haber jugado nada más y nada menos que
64 partidos (38 de Liga, 4 de Champions, uno de Supercopa de España, 12 de Europa League, y 9 de Copa), con 34 victorias, 16 empates y 14 derrotas.
En LaLiga concluye el año natural con 61 puntos en 38 encuentros, en la sexta plaza aunque igualado con el
Valencia.
RevoluciónAl término de la temporada, el
Sevilla vivió semanas de incertidumbre mientras se decidía quién ocuparía la figura de director deportivo tras la despedida de
Arias. Finalmente,
Joaquín Caparrós se hizo con los mandos con
Marchena y Gallardo como escuderos. El hombre elegido para el banquillo fue
Pablo Machín, que hasta ahora acumula éxitos y parabienes al frente de la nave nervionense.
Machín llevó al Sevilla a la Fase de Grupos de la Europa League sin sobresaltos y perdió la Supercopa en Tánger compitiendo de verdad.
Su equipo ha liderado la tabla en tres ocasiones en estas 17 jornadas y disputará los dieciseisavos de final de la Europa League ante la Lazio y los octavos de la Copa frente al Athletic.
En 32 partidos al mando del Sevilla ha ganado 20, empatado seis y perdido otros seis, incluido el derbi de la tercera jornada, que unido a la derrota al partido siguiente contra el Getafe ha supuesto su momento de mayor debilidad.
Ahí inició una recuperación que llevó al Sevilla al liderato. Desde que cayó en el
Camp Nou hace dos meses no conoce la derrota en LaLiga y es el segundo mejor visitante del campeonato pese a que no gana lejos de su estadio desde que lo hiciera ante el Eibar en septiembre.
André Silva y VaclikAdemás de Machín, los grandes aciertos de Caparrós en materia de fichajes han sido
Vaclik, que ha cerrado un debate abierto en la portería desde
Palop, y André Silva, que por momentos ha sido Pichichi de LaLiga y que cuando no marca también se hace notar.
Sergi Gómez es el otro fichaje asentado en el once. En el capítulo de salidas, la más notable fue la de
Nzonzi, por 26 millones a la
Roma, aunque los capítulos que pueden marcar la
gestión de Caparrós son los de las renovaciones. 2019 comienza con la amenaza de las bajas cláusulas de Banega (20) y Sarabia (18). La salida de alguno de ellos o incluso de los dos abriría una nueva crisis en el Sevilla.
La venta del club2018 también será recordado por la movida Junta General de Accionistas del club y por la posibilidad de una venta de la entidad a capital extranjero,
una historia que aún tendrá mucho recorrido en el año que comienza en breve.