Lleva solicitando
Pablo Machín, prácticamente desde que echó el cierre el mercado estival, la necesidad de apuntalar la defensa, donde entiende que existe un “déficit” de jugadores a no contar los de Nervión con dos centrales por puesto (tiene cinco) para la línea de tres que el de Gómara utiliza.
Por ello,
Joaquín Caparrós y sus adjuntos,
Paco Gallardo y Carlos Marchena, llevan meses buscándole lo que el utrerano ha denominado un
‘Pablo Alfaro’; un líder para la defensa que, a ser posible, sea zurdo (escasean los centrales zurdos en el mercado) y que no esté exento de un buen trato de la pelota a la hora de sacarla jugada. Un perfil de futbolista para el que, según la edición brasileña de
‘A Bola’, la dirección deportiva sevillista se ha fijado en
Diego Carlos, central brasileño del
Nantes francés, con el que es un fijo.
A sus
25 años, el ex del Estoril, se asentó en la Ligue 1 de la mano de Claudio Ranieri, con el que brilló el curso pasado dentro de uno de los mejores entramados defensivos de toda la categoría. El joven central brasileño se ha destapado como un zaguero muy completo que puede jugar en ambos perfiles del eje defensivo. Posee un físico potente que combina con su
1’87 de altura y una potente zancada.
Seguro por alto y atento en la marca, es inteligente en la anticipación y rápido al cruce, además de gozar de una buena salida de balón. Algo más impreciso, quizá, en los pases en largo, supera línea rivales con facilidad y sin errores de bulto, destacando también por su capacidad de remate en área contraria y su buen golpeo a balón parado. Es, sin duda, uno de los mejores zagueros del fútbol francés fuera de los grandes clubes de la Ligue 1.
De ahí que resulte lógico que los de Nervión le hayan echado el ojo. Pero no son los únicos, habiéndolo hecho también el Marsella. Según la citada información, la propuesta de ambos clubes alcanzaría los 12 millones de euros por el zaguero