Acertar en la portería y en la delantera era uno de los grandes retos de
Joaquín Caparrós y sus adjuntos el pasado verano, algo que, visto lo visto, lo ha conseguido. El delantero portugués
André Silva, con permiso del guardameta
Vaclik, es
el gran acierto del actual director de fútbol del Sevilla, después de que la dirección deportiva blanquirroja tanteara
diversos nombres para reforzar la vanguardia nervionense:
Batshuayi, Kalinic, Mariano...Nueve goles (ocho en LaLiga y uno en Copa), finalmente dan la razón al utrerano y a un
André Silva que aterrizó en Nervión pleno de dudas, las mismas que dejó en
Milán tras su primera y, a priori, única temporada como delantero 'rossonero'. Y es que si todo sigue como hasta la fecha, el internacional portugués
será sevillista el próximo 30 de junio, fecha en la que cumple la
opción de compra de la que dispone el
Sevilla FC, obligado a abonar
38 millones de euros por el futbolista si quiere acabar de hacerlo suyo; cantidad de la que ya ha abonado tres kilos por su préstamo.
"Está amarrado", defiende el propio
Joaquín Caparrós en los medios oficiales del club cuando es cuestionado por el futuro del delantero portugués, por el que desde el Milan aprietan, viendo el rendimiento que está ofreciendo. La estrategia, solicitar al contado lo que resta de la operación (35 kilos), y no en plazos. Una práctica que, a Caparrós, no preocupa: "Tenemos todos los derechos, la opción preferente para quedarnos con él.
Ya puede decir lo que quiera el Milan. Lo querrá el Milan y otros equipos. Somos conscientes de que al final de temporada o antes haremos uso de ese derecho. Este futbolista se quedará con un contrato de varias temporadas. El sevillismo tiene que estar tranquilo, pues es un jugador que tenemos bien amarrado".
En Nervión lo tienen claro,
André Silva firmará por el Sevilla un contrato por
cinco temporadas que ya está pactado. Como publica El Confidencial,
su cláusula de rescisión será de 85 millones de euros. Una cifra importante, que espantará interesados y que, a la vez, se antoja asumible para los grandes de Europa si el luso sigue haciendo goles. A sus 23 años, se antoja un negocio rendondo en lo deportivo, y en lo económico.