No le gusta a Machín hablar de 'segunda unidad' o 'unidad B'. Llámenla como quieran, pero negar su existencia no hace que el propio técnico soriano no la asuma.
Lo demuestra día a día con unas alineaciones que, salvo ausencias obligadas,
han dibujado un once que se recita de carrerilla. La brecha entre titulares y suplentes es grande. En oportunidades y en rendimiento.
Y cuando ha intentado introducir algún matiz, por leve que sea, el equipo se
ha resentido, como sucedió en Lieja.
Dicho todo esto, sin embargo,
el de Gómara confía plenamente en que sus jugadores menos habituales, algunos con un pie en el carro y otros sin aparentes opciones de subirse a él, cumplan con lo mínimo que se espera de ellos.
Eliminar a un Villanovense que pelea por escapar del descenso en el Grupo IV de Segunda B, con un punto menos que el filial nervionense, debe ser una obligación. Por más que en los últimos partidos los extremeños hayan mejorado, manteniéndose invictos con dos triunfos y un empate.
Aunque no será esa, sino la ilusión por dar una campanada histórica, la principal baza del modesto equipo serón.
Para combatirla, más allá de los nombres, se pide profesionalidad, concentración, implicación... Y a partir de ahí, que se imponga la mayor calidad sevillista para evitar cualquier desagradable sorpresa, que como las meigas, ‘haberlas haylas’. Sin ir más lejos, el Racing hace unos años.
El 0-0 de la ida lo deja todo en el aire. Y allí, dicho sea de paso sobre un patatal, fueron los mismos que hoy saltarán al césped los que no pudieron con un ordenado
Villanovense que incluso tuvo sus opciones. Por ello, cabía esperar que Machín no diese descanso a todos sus pilares e introdujese a alguno para asegurar el obligatorio pase a octavos. Pero en el soriano no parece haber temor al batacazo.
El ex del Girona reconoció ayer que los Banega, Mudo, Ben Yedder y compañía necesitan refresco para el duro calendario que se avecina, con
otro desplazamiento liguero al siempre difícil Mestalla y la 'final' europea ante el
Krasnodar en el horizonte más cercano. Por ello, dejó entrever que la responsabilidad será para quienes no cumplieron con su misión en Villanueva de la Serena.
Una confianza 'forzosa'.Así,
Juan Soriano y Borja Lasso, que no juegan desde entonces, gozarían de una nueva oportunidad junto a los
Nolito, Gnagnon, Muriel, Arana o un Promes más entonado ante el
Alavés, aunque en banda con espacios y no en punta.
La lesión de Aleix Vidal, otro componente de esa 'unidad B', obligará por su parte a
Mercado a repetir como carrilero derecho, toda vez que
Sarabia además es duda, mientras que
Amadou podría actuar de nuevo en un eje de la zaga en el que debería repetir alguno de sus habituales, en cuyo caso
Roque Mesa ejercería de nuevo como pivote. Incluso no hay que descartar la presencia de canteranos en la lista, como
Mena.
Un once plagado de suplentes, en definitiva, que debe superar, pese a las dudas que dejan algunos de sus componentes, este obstáculo salvable. El
Villanovense le pondrá ganas, motivación y todo el fútbol del que disponga. Su visita al
Pizjuán ya es un premio. Pero la responsabilidad la tiene la '
unidad B'.