Los aficionados, no. Éstos suelen quedarse más en los superficial. En "me gusta" o "no me gusta" tal o cual fichaje. Pero una dirección deportiva tiene que ir más allá. Incluso actuar en contra de lo que le dicte el corazón, si es necesario. En el caso de
Vicente Iborra, puede que suceda así, pues Joaquín Caparrós es el máximo responsable deportivo del Sevilla FC en estos momentos y no ve claro su fichaje.
Es decir, ve clara su llegada en enero, pero no así su posterior fichaje. "Lo conocemos, pero
es complicado porque cuando se van lo hacen por
un tema económico, y cuando vuelven
quieren contratos de cierta duración que
puede elevar demasiado la edad media", ha dejado caer este lunes el utrerano en
Cope Sevilla.
Es decir, Caparrós no estima oportuno respetar la
elevada ficha que percibe Iborra en el Leicester durante varias temporadas, teniendo en cuenta que el valenciano cumplirá
31 años en enero (la edad media de la plantilla es de 27,8; la quinta más elevada de Primera).
"Tanto Bacca como Iborra son futbolistas que se fueron traspasados,
con un salario alto
y por lo tanto la vuelta es complicada", dijo el pasado 17 de julio, cuando ya se valoró la opción de repescar al mediocentro.
De todas formas, lo de
Iborra no está descartado. Podría pasar por una rebaja de sueldo o, simplemente, por una cesión simple hasta verano, porque,
en lo deportivo (rendimiento inmediato, versatilidad, juego aéreo...), se trataría de una incorporación muy interesante.
Sería, en definitiva, cuestión de que las partes se sentasen y se pusiesen de acuerdo. Iborra espera una llamada.