A nadie se le escapa que para conseguir un rendimiento inmediato en el mercado de invierno un buen primer paso es conocer la casa a la perfección. Razón por la que en
Nervión están abiertos a la vía de la
repatriación de futbolistas que dejaron
huella en el
Ramón Sánchez-Pizjuán y que nunca han escondido, además, el deseo de
volver. En estos días se ha hablado de la posibilidad real del regreso de
Alberto Moreno, que acaba contrato con el
Liverpool en junio y llegaría gratis en la ventana veraniega, si bien no se descarta que se adelantara a enero si los ‘Reds’ lo dejan salir a una cantidad asequible y siempre que cuadre, obviamente, con los deseos de
Machín, lo que a prori es así al responder al perfil de carrilero ofensivo.
A tenor de la apuesta sevillista por esta senda, el del Cerro no se erige en el único futbolista con pasado blanquirrojo que se hallaría en la agenda de Caparrós de cara a enero, apareciendo también el nombre de un jugador muy querido por el
sevillismo por su compromiso, lealtad y aportación durante las cuatro temporadas que vistió la elástica blanquirroja. Se trata de
Vicente Iborra, un referente en el
Sevilla de Emery por su aportación en todos los sentidos y peso pesado del vestuario que fue traspasado al
Leicester en el verano de 2017. Ya el pasado mercado, Caparrós se interesó en la posibilidad de
repescarle. pero los ‘Foxes’ pidieron los
15 millones que había pagado hace un año, cantidad a la que no estaban dispuestos a acceder los hispalenses, por lo que se miró hacia otro lado.
Ahora en cambio, la
situación ha cambiado, ya que el de Moncada apenas si disfruta de protagonismo en el
Leicester, disputando únicamente
113 minutos en cuatro partidos, con una única titularidad. A esta circusntancia se suma el deseo del mediocentro de regresar y la necesidad sevillista de apuntalar la medular ante la nueva
lesión de Gonalons y el deficiente rendimiento de
Roque Mesa.
Así las cosas, el
Sevilla habría reactivado su interés por
repatriarle hasta el punto de, según asegura Marca, haber preguntado ya por las
condiciones en las que le
dejarían salir en el periodo invernal. A priori, la dirección deportiva pretende una
cesión con opción a compra a expensas de su rendimiento, asegurándose, eso sí, la entrega y su capacidad para hacer grupo en un vestuario donde no está de más un futbolista con su talanta y competitividad.
Machín lo vería con buenos ojos, el futbolista también, por lo que sólo quedaría saber si el
Leicester, ante su falta de protagionismo sobre el césped,
facilita su salida.