El mediocentro croata Marcelo Brozovic, del Inter de Milán, es un viejo anhelo sevillista que puebla la base de datos blanquirroja desde tiempos de Monchi.
El pasado enero, sin ir más lejos, estuvo muy cerca de venir en préstamo, pero el Inter se negó a última hora. A partir de ahí, comenzó a resurgir y convertirse en un fijo, como así lo dice su actual cláusula: 60 kilos para los clubes extranjeros.
Fijo con su selección y para Spaletti, Brozovic es uno de esos jugadores que ya han quedado fuera del alcance de un Sevilla que hace un año lo tuvo atado, hasta el punto de que compró billetes de avión para viajar a Sevilla.