Si algo tuvo claro
Joaquín Caparrós nada más aterrizar en las oficinas del
Ramón Sánchez-Pizjuán como director de fútbol de Sevilla es que su entrenador sería
Pablo Machín, quien había realizado
un gran papel con el Girona, al que había ascendido a Primera División.
Una
decisión arriesgada tras un único curso en la élite con la que
no le tembló el pulso al utrerano, quien le brindó a
Machín el banquillo sevillista en la que sería
su primera experiencia en Europa. Y el tiempo parece haberle dado la razón a Joaquín Caparrós, al menos durante este primer tercio de la temporada que está a punto de cumplirse, siendo
el Sevilla segundo en LaLiga (empatado a puntos con Atlético de Madrid y Alavés) y liderando, también, el grupo J de la Europa League.
Una idea de fútbol, la de Pablo Machín, a la que ha ido dándole forma en Nervión, pasando a jugar con dos puntas, en lugar de uno por delante de una pareja de mediapuntas, pero
que mantiene su esencia: línea de tres centrales en defensa, carrileros largos por las bandas... Un estilo que ya ha comenzado a colonizar las mentes del sevillismo, como en su día hiciera
el 'Amateurismo' de un Jorge Sampaoli que, con su fútbol ofensivo y de posesión, el cual acabó siendo víctima del exceso de horizontalidad que le otorgaba Lillo, su segundo, consiguió firmar una primera vuelta histórica en Nervión, sumando
42 puntos en el ecuador de la temporada, algo nunca visto hasta la fecha y que, desde entonces, no ha vuelto a repetirse.
El reto lo tiene a tiro Pablo Machín, quien ya ha hecho historia como entrenador sevillista en otros aspectos y que, por ahora, sigue la senda del preparador argentino, quien a estas alturas alcanzaba 24 puntos, uno más que el soriano, pero tenía a su Sevilla colocado en la tercera posición de la tabla. El de Machín, en cambio, es segundo,
a sólo un punto del líder, el Barcelona. Sampaoli, mientras, veía a los azulgranas, que también eran líderes en aquel momento, a seis puntos de distancia.
La comparación, para algunos, podría resultar odiosa, pero el hecho de que
Pablo Machín ya haga sombra a la mejor primera vuelta de la historia del Sevilla F.C., al menos, dice mucho de lo conseguido por el técnico hasta la fecha.