Un balón al poste de
Guilherme Arana en el minuto 6 de partido bien pudo servir para cambiar el sino de un partido en el
Camp Nou en el que los de
Nervión, aunque con la cabeza alta, acabaron perdiendo por
4-2. La ocasión pudo valer el empate a uno y, quién sabe, propiciar otro desenlace sobre el terreno de juego.
Un césped sobre el que el brasileño bien podría haber estado defendiendo otra camiseta, o en la grada, como su amigo
Malcom. Y es que el
Barça también intentó firmar al lateral brasileño el pasado mes de enero, algo que no fue posible al haber estado más rápido el Sevilla. Todo lo contrario a lo que ocurrió con su compatriota y ahora jugador azulgrana, quien lleva años en la agenda nervionense y a quien Monchi consiguió ‘amarrar’ el pasado verano para su Roma... Hasta que el Barça se metió por medio y lo bajó del avión con destino a Roma, para acabar recalando en el Camp Nou, aunque ahora sólo acumule 25’ en dos partidos de LaLiga.
Una oportunidad que, lógicamente, bien gustaría aprovechar el Sevilla, y su amigo
Arana. “El Barcelona es un gran equipo, pero yo estoy en el Sevilla y defiendo mi camiseta. También tengo amigos allí, como Malcom. Tengo que entrar con fuerza para defender esta camisa. Malcom ha dormido en mi casa, en Brasil, y hemos estado juntos en la
cantera de Corinthians. Más de diez años de amistad, es como un hermano para mí y un gran futbolista”, recordaba el lateral durante su
entrevista con ESTADIO Deportivo. Una estrecha relación que ambos protagonistas volvieron a demostrar este pasado sábado, durante la
previa del Barcelona-Sevilla, mostrando en redes sociales su amistad en forma de
intercambio de camisetas. Y es que ambos han crecido juntos, tal y como demuestran múltiples fotografías de su infancia (como la que apoya esta información).
Un viejo anhelo sevillistaMalcom es un viejo anhelo sevillista, y de Monchi, que ya lo pretendió en su momento para los de Nervión, siguiéndolo desde que tenía 18 años y militaba en el Corinthians. Desde que llegó al
Girodins de Burdeos desde Brasil, en
enero de 2016 a cambio de cinco millones de euros, el nombre de Malcom Filipe Silva de Oliveira no dejó de ser vinculado con el Sevilla, estando el de San Fernando al cargo de la planificación deportiva. Un habilidoso extremo derecho (puede actuar también por la izquierda o como mediapunta) que, como volvió a demostrar en la Roma,
ha estado siempre en la mente de Monchi. El propio Malcom, de hecho, llegó a referirse al respecto hace dos temporadas, con motivo del interés sevillista y de la llegada de Sampaoli al banquillo: “Del Liverpool o el Manchester no sé nada ... Estoy muy tranquilo y hoy día sólo pienso en el Girondins. Me dedico a intentar hacer bien mi trabajo para dar una gran alegría a los aficionados franceses. Ahora bien, sí que Sampaoli conoce mi fútbol y mi estilo de juego. Si aparece la oportunidad, voy a ser feliz. Si no aparece, seguiré trabajando duro y con más humildad que nunca”. Un interés que nunca llegó a cerrarse; quizá algún día, si no acaba triunfando en Barcelona. Su “hermano” Arana, posiblemente, hará todo lo posible para ello.