Con su tanto en
Eibar, André Silva amplía distancia al frente del
Pichichi de LaLiga. El luso firma siete dianas en siete partidos de
LaLiga en el que es el mejor arranque goleador de su carrera en la elite, superando los 5 que logró en su única temporada completa con el
Oporto en la liga portuguesa.
El futbolista cedido por el
Milan resiste la comparación con todos los goleadores de la historia moderna del Sevilla y sólo
Freddy Kanouté iguala los números del internacional en los primeros siete partidos de una Liga. Fue en la segunda temporada del maliense en el
Sevilla, cuando estuvo peleando por el
Pichichi al final del curso e inició el campeonato liguero con siete goles en esos siete primeros partidos. Aquel curso, comenzó marcando al Levante en el primer partido y a la
Real Sociedad en el segundo anotó dos dobletes ante el Betis y Nástic y completó sus dianas con un tanto al
Barcelona. Kanouté acabó la temporada con 30 goles entre todas las competiciones. También Scotta en 1979 alcanzaba esta cifra de goles.
De entre el resto de ilustres goleadores sevillistas
Álvaro Negredo es el que más se acercan al inicio de
Silva en Primera. El madrileño llegó a esa cifra en la 12/13, temporada que finalizó con 25 goles.
El siguiente mejor inicio goleador corresponde a
Davor Suker. El croata firmó cinco goles en la 92/93 con un hat-trick y un doblete. También logró cinco en la 93/94 con dos dobletes y una diana más.
El mejor registro goleador en
Primera con el Sevilla lo tiene Anton Polster, que anotó 33 dianas en la 89/90 y comenzó marcando tres en los primeros siete duelos.
Otros grandes '
killers' de la historia moderna del
Sevilla se quedan lejos de esos seis goles.
Baptista se quedó en 3 en la 04/05,
Luis Fabiano tiene como mejor registro dos goles y
Bacca empezó con 2 y 3 dianas, mientras que
Gameiro en la 13/14 anotó 3.
Como Vieri o Mágico González
Para encontrar un debutante en LaLiga que llegara a los siete goles en siete jornadas hay que remontarse a Christian Vieri (1997). Un año antes lo hizo Ronaldo con el Barcelona y antes Mágico González en la 83/84.
Enrique García3 min lectura