Aún queda mucha tela por cortar en el
'caso Mariano', pero lo que no va a quitar nadie al Sevilla es la sensación de estar siendo utilizado por el
Real Madrid en el fichaje del delantero hispano-dominicano. En
Nervión siempre han sabido que el conjunto blanco tenía opción de tanteo por el futbolista, pero cuando decidieron ir a por él creían, después de que Florentino se lo prometiera a Castro, que contaban con el beneplácito blanco. Sin embargo, eso salta por los aires cuando el
Madrid comunica anoche al
Sevilla, a través de José Ángel Sánchez, que ejercerá su derecho.
Sevilla y Lyon habían llegado a un principio de acuerdo por el futbolista por 30 millones de euros más cinco en objetivos. El equipo francés tiene obligación de comunicar esta oferta al
Real Madrid, que en esos números considera la incorporación interesante. Hasta ese momento, el
Lyon le había pedido al Madrid 80 millones de euros -cantidad que esperaba recaudar en la
Premier League- y los blancos se habían negado. Sin embargo, por 30 millones (y descontando el 35 por ciento que aún posee) al
Madrid le encajan los números, de ahí que el enfado que ahora mismo reina en las oficinas del
Sánchez-Pizjuán.El Madrid habría planteado la cesión de
Mariano por una temporada, pero a eso se niega rotundamente el
Sevilla.
Ante esta situación, el
Sevilla había optado por dejar en
Mariano la decisión. Sólo si el futbolista se ponía de su parte habría alguna opción de llevar a buen puerto la operación. Sin embargo, según ha podido contrastar ESTADIO, el futbolista prefiere regresar al Madrid.
Así,
Caparrós trabaja desde anoche mismo en la siguiente opción de la lista porque sólo quedan cuatro días para el cierre del mercado. El nombre de
Maxi Gómez vuelve a estar en la pole, aunque quedaría por salvar el escollo de los 50 millones de la cláusula.
Para Machín era o Maxi o Mariano.La opción MayoralLa llegada de
Mariano al Madrid supondría con casi total seguridad la salida de
Borja Mayoral, un jugador por el que ha preguntado el
Sevilla este verano. Sin embargo, salvo que el propio jugador active una vía para negociar, parece remoto que los clubes lleguen a un acuerdo después de la última jugarreta blanca, que ha dejado las relaciones muy tocadas. La secretaría técnica mira en otra dirección.