El sistema de
Pablo Machín, con tres centrales en el eje de la zaga, requiere una remodelación de la defensa nervionense con la consecuente llegada de varios efectivos de garantías, más si cabe si se consuma la salida de
Clément Lenglet por el abono de la cláusula de rescisión.
Caparrós y su equipo trabajan con fruición en este frente conscientes de la importancia de blindar esta demarcación y ya han delimitado considerablemente la lista de posibilidades, hasta el punto de decantarse por sus opciones preferenciales y, tras los acercamientos previos para conocer su situación, se preparan para lanzar una ofensiva por ellos. Estos elegidos son
Florian Lejeune, del
Newcastle, y
Mateo Musacchio, del Milan.Este diario ya adelantó el interés del
Sevilla por el francés, al que conoce muy bien
Machín tras tenerlo dos temporadas a sus órdenes en el
Girona y que, después de una excelente campaña en el
Eibar, recaló el verano pasado en las 'Urracas' por diez millones de euros. Ahora,
Lejeune ocupa un lugar de privilegio en la agenda nervionense para regresar al fútbol español, lo que consideraría una buena opción a pesar de que ha respondido a las expectativas en la
Premier, donde ha sido titular indiscutible en los albinegros. Con contrato hasta 2022, en
Nervión son conscientes de que reclutarlo no será tarea fácil y que supondría un importante desembolso económico, ya que el
Newcastle no desea a primera instancia desprenderse del futbolista tras su rápida adaptación y fiables prestaciones, y sólo una oferta cuantiosa, sumada a la presión del central, convertiría en posible su llegada al
Sánchez-Pizjuán.
Conocedor de estas circunstancias, el
Sevilla quiere ir muy en serio por
Lejeune y, según ha podido saber este diario, tiene previsto realizar una primera oferta por el expupilo de
Machín, que rondaría unos 10 millones. Una apuesta fuerte que, sin embargo, difícilmente convencerá a los ingleses, pues fue la cantidad que desembolsaron el pasado verano para ficharle. No obstante, se trataría del comienzo de las negociaciones con una presumible subida con variables.
El hipotético pago de la cláusula de
Lenglet supondría una importante inyección para las arcas sevillistas que le permitiría un mayor margen de maniobra para reforzar la defensa, clave para que funcione el nuevo proyecto de
Pablo Machín.