No resulta fácil analizar la etapa de
Johannes Geis en el Sevilla. Arribó casi a última hora, porque el Genk se empeñaba en no traspasarle a Óscar Arias
a su deseado Sander Berge, por lo que, como Lionel Carole, se trataba de
una solución temporal, a la espera de que pudiese llegar el noruego. Y el alemán, al final, no ha sido más que eso, porque apenas se le ha visto (1.031 minutos).
Jugó poco con Berizzo, menos con Montella y nada con Caparrós.
Lo extraño es que
Geis ha dejado muy buenas sensaciones cuando ha estado sobre el césped. Y eso que casi siempre lo ha tenido que hacer
como central, fuera de su posición natural, la de pivote. El futbolista cedido por el Schalke, de 24 años, no es my rápido, pero goza de
buena colocación, juega con la cabeza levantada, no se esconde y es muy válido para el balón parado.
Aunque Arias instó a Montella (para colmo, le sacó un par de veces como extremo zurdo) a que le pusiese más, para poder verlo en acción y tomar una determinación sobre su opción de compra (
de 7 millones de euros), le ha perjudicado el hecho de que los el italiano y Caparrós tuviesen que trabaja atropelladamente y apostasen, por tanto, por lo que consideraban que les iba a funcionar más rápido.
Sin el onubense ya en el cargo, no obstante, Geis ha visto claro que no se va a quedar, por lo que ha publicado una despedida en
Instagram muy emotiva, escrita con el corazón.
Quedará la duda de si Geis podría haberle sido válido al club en un futuro. Se va un buen profesional y, desde luego, puede hacerlo con la cabeza alta.