El piscinazo de un exsevillista en Grecia ¿Oscar al mejor actor?
José María Gil1 min lectura
La Liga griega ya conoce a su campeón de 2018, que no es otro que el AEK de Manolo Jiménez. Pero los demás equipos siguen sus particulares luchas. Uno de ellos es el Olympiakos, que quiere estar la próxima campaña nuevamente en Champions.
Los de El Pireo jugaban su partido el pasado domingo frente al Apollon Smirnis, en el cual necesitaban vencer para no despegarse del PAOK. Corría el minuto 90 de encuentro y los rojiblancos perdían por 1-0. En una falta conseguían crear peligro, pero el brazo de un defensor evitaba el tanto del empate. Una acción que protestó todo el equipo enérgicamente al colegiado.
El propio arbitro tuvo que frenar a los jugadores mientras retrocedía, poniendo su mano sobre algunos de ellos. En dicha situación se encontraba el exsevillista Marko Marin, que al sentir el segundo contacto de la mano de colegiado contra su pecho se tiró al suelo de forma vergonzosa simulando una agresión.