Sandro sigue subiendo en sus prestaciones. El canario fue de los pocos que se salvó en
Vigo y ayer en
Múnich volvió a aprovechar sus minutos para pedir paso en el once nervionse. En el
Allianz de nuevo fue ubicado en la banda por
Montella. Se mostró activo, tiró alguna bicicleta y estuvo voluntarioso en los 20 minutos que le dio el técnico italiano.
El delantero cedido por el
Everton estrenó titularidad con el
Sevilla el 23 de febrero en la debacle contra el
Eibar. Tendrían que pasar dos meses para volver a verlo de inicio, en esta ocasión contra el
Celta. El resultado fue igual de escandaloso, pero su actuación individual fue muy diferente.
Poco a poco va ganando confianza y haciendo méritos para asentarse en el once nervionense. El gran esfuerzo de
Múnich por parte del núcleo duro de
Montella puede volver a abrirle las puertas del once ante el
Villarreal.
Desde que llegó al
Sevilla,
Sandro ha disputado diez partidos (6 de Liga, 1 de Copa y 3 de Champions) y en otros seis no fue alineado. En dos de ellos fue titular únicamente, pero su evolución hace que merezca más protagonismo.
En sólo tres de estos partidos ocupó plaza como delantero, puesto para el que
Montella ha preferido hasta ahora a
Muriel o Ben Yedder. El canario, que en el
Málaga brilló como punta de lanza, está siendo utilizado más como extremo, posición para la que también tiene cualidades, aunque su principal arma, la del gol, queda más escondida. Desde que llegó al
Sevilla aún no ha marcado. Ante el
Villarreal se le presentará una nueva oportunidad.