Sandro, uno que se quiere subir al carro

Con otra sonrojante goleada en contra, y ya van demasiadas, resulta complicado destacar a un protagonista positivo, pese a la buena primera mitad sevillista. Pero, al menos, es digno de destacar la implicación de Sandro Ramírez, uno de esos refuerzos invernales que apenas están sumando.

Este sábado, tras sus buenos minutos ante el Barça, el canario tuvo la oportunidad de rebote (por la lesión a última hora de Correa) y salió dispuesto a aprovecharla. Le dio profundidad a su equipo por el costado zurdo, ayudó a Arana en defensa y se puso de gol, pero a los siete minutos, con todo a favor, estrelló su remate en el cuerpo de Sergio Álvarez. Una acción que pudo cambiar el partido y ponerlo muy pronto de cara, pero que no desesperó al futbolista cedido por el Everton, que al filo del descanso tuvo el empate en otro disparo respondido con una parada milagrosa del meta local.

Incluso puso de gol a Ben Yedder otra vez tras el descanso. Pero, como el resto, nada de lo que hizo resultó efectivo a la postre. Al menos, quiere subirse al carro.