Tras haber superado el ecuador de su primera temporada al frente de la dirección deportiva sevillista,
Óscar Arias hace balance para
ESTADIO Deportivo de su primera planificación al frente de la escuadra blanquirroja; un plantel que ha tenido que rematar este mes de enero, una vez que, junto a la cúpula directiva del club, se haya visto obligado a tomar la "difícil" decisión de tener que destituir a
Eduardo Berizzo a mitad de curso. Una conversación distendida en la que el onubense, aunque nacido circunstancialmente en
Alemania, muestra tímidamente esa faceta más íntima de un desconocido
Óscar Arias, quien prefiere trabajar para y por el
Sevilla, "su sueño", y eludir esa versión más mediática que exige el fútbol moderno que, en ocasiones, le haya hecho sentirse con la diana dibujada en el pecho.
- ¿Qué balance hace del mercado de invierno, en el que han llegado hasta cuatro refuerzos?- Después de valorar el funcionamiento del equipo en los primeros meses y las situaciones de diferentes jugadores, se decidió dar algunas salidas como la de Montoya, que finalmente se traspasó; Borja Lasso, que salió cedido, y Michael Krohn-Dehli, que se desvincula y finalmente se marchó al Deportivo. Aprovechando esas salidas, realizamos las incorporaciones de Guilherme Arana, que ya la teníamos desde antes de abrirse el mercado prácticamente encarrilada, y la de Roque Mesa, Sandro y Layún, que eran un poco las exigencias que nos habíamos marcado con respecto a las posiciones a cubrir.
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A excepción del mexicano Layún, parece que el resto de refuerzos no están disfrutando de los minutos que se esperaba, ¿puede resultar ello perjudicial en el caso de Roque Mesa, por ejemplo, a la hora de acometer su opción de compra (7 millones) o beneficioso en el supuesto de Sandro, sobre el que no existe dicha opción?- Está claro que los futbolistas si se han decidido a cambiar de aires es porque las cosas no les estaban funcionando bien y aquí se le abría una posibilidad. Son jugadores que conocemos y en los que tenemos plena confianza en su capacidad y en el rendimiento que nos pueden dar. Exceptuando Layún, tanto Roque como Sandro, también Arana, están participando poco. Lo de Guilherme, quizá, es algo más comprensible porque viene del parón y también necesita coger ritmo y acoplarse un poco a lo que se va a encontrar aquí, al nivel competitivo. Aunque ya en Málaga estuvo, bajo mi punto de vista, a un buen nivel. Sandro y Roque vienen de participar poco allí y les faltaba ese ritmo de competición que no tenían. Creo que, poco a poco, el míster les irá dando paso.
- ¿Qué opciones de futuro, entonces, dispone el club con Sandro, quien no arribó con opción de compra?- Es cierto que no existe esa opción y que hay una voluntad de futuro tanto por nuestra parte como por parte del jugador. Ahora, eso sí, hay que ir a Inglaterra a hablar con el Everton.
- Defendía Monchi que acudir al mercado de invierno era sinónimo de no haber hecho bien las cosas en verano ¿Comparte Arias esa opinión y, por tanto, lo de que este invierno es un parche a la falta de acierto en verano?- Puede ser un enfoque y es comprensible. Seguramente en muchos casos será así. Pero parto de la base de que las plantillas se configuran y con un máximo de 25 jugadores es normal que en el transcurso de medio campeonato haya situaciones que te hagan pensar que varios futbolistas vayan a tener una cuota de participación baja o prácticamente nula. Bien porque no encajan o porque el técnico ha encontrado otras alternativas. Un jugador que ha tenido una lesión o que no ha tenido continuidad, jugadores que llegan al mercado de invierno con uno, dos o tres partidos jugados; con una participación residual... Entonces existe la posibilidad de contar con alternativas que te den un plus. Entiendo ese enfoque que me das, pero el Valencia, por ejemplo, que tan fantásticamente va y tantos elogios ha recibido, creo que ha hecho también sus incorporaciones en este mercado. Imagino yo que no será porque han hecho las cosas mal o porque no estén funcionando. Simplemente porque tienen una oportunidad de mejorar y los medios para hacerlo. Lo lógico, entonces, es aprovecharlo, pues una vez que se cierra el mercado ya no puedes hacer nada hasta el siguiente.
- Ha conseguido Montella darle otro aire a un equipo que, sin embargo, desconecta y en ocasiones se muestra frágil. Y como prueba de ello, las numerosas ´manitas´ encajadas este curso. ¿Alguna explicación a ello?- Ha habido situaciones diversas, partidos de los cuales no se puede excusar uno de nada, como el día del Madrid, en el que claramente fuimos superados. El del Eibar, también. Pero con matices, pues jugamos con tres jugadores recién llegados y con Nico (Pareja) que volvía tras un periodo de inactividad largo u otros jugadores que no venían haciéndolo mucho. Además, en un campo complicado, embarrado, pequeño... No entramos nunca en él, eso es cierto. El día del Spartak, por ejemplo, te llegan seis veces y te hacen cinco goles; un castigo demasiado grande. El otro día, el Atlético... Estás siendo superior y con un error nuestro le permites ponerse por delante a un equipo tan poderoso como el Atlético. Son circunstancias que no nos gustan y que seguramente no estamos haciendo bien y que hay que saber corregir para ir a mejor. Pero entendemos que la línea del equipo y la mejora va claramente en otra dirección. Las cosas que estamos haciendo bien ahora son más, los resultados y la imagen es distinta. Hay otra situación diferente y creo que por ahí debemos enfocar lo que viene y resta de temporada.
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Resaltando lo positivo: en la final de Copa, a 90' de poder conseguir el pase a cuartos en Champions y vivos aún en la lucha por la cuarta plaza, cuando hace dos meses todo eso parecía prácticamente imposible.- Haces una mención que era importante. Parecía imposible, pero no lo era. De hecho, se ha conseguido. En las circunstancias, muchas veces, se deja uno llevar por las sensaciones y a veces la percepción no se corresponde con la realidad. El equipo no transmitía, no daba esa sensación, pero estábamos ahí. Por eso, la difícil decisión de cambiar de técnico, porque entendíamos que las cosas no iban a acabar bien por ese camino a pesar de estar vivos en todas las competiciones. Se dio el paso y ahora hemos asegurado otra final. La semana que viene nos jugamos el pase a cuartos ante el Manchester United ante un partido muy difícil y con la ilusión del partido vivido aquí en la ida. El sábado, ante el Valencia, hay un partido interesante, porque nos ponemos a cinco puntos a falta de 30. Se pueden dar muchas cosas todavía.
- Dos 'finales' en cuatro días. ¿Le aguantará el físico al once tipo de Montella o es momento de comenzar a dar refresco y confiar más en el resto del plantel?- Esta semana va a servir para aliviar las piernas y esta fatiga que se viene acumulando. Hay gente a la que le va a venir bien el no tener partido entre semana. A ver el míster cómo gestiona estos partidos, muy importantes para el futuro del club en esta temporada. Si los saca, estaremos en una situación privilegiada. Si no somos capaces, se habrá definido mucho cómo será el final de campaña. El míster, creo, tiene la suficiente información ya como para tomar las decisiones que considere. Dispone de un plantel con las suficientes alternativas como para ir dándole opciones a otros jugadores en el caso de que él lo considere y que seamos capaces de dar el máximo nivel.
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¿Se ha sentido Óscar Arias con una diana dibujada sobre el pecho desde que llegó al cargo?- Un poco sí, no te voy a engañar. Sabía un poco a lo que me exponía, pero quizá no esperaba que se llegara tan lejos en determinadas cosas. Se ha dado certeza a muchas cuestiones que no han sido así y se han cuestionado decisiones que no eran tal cual. Prácticamente se ha visto todo desde una perspectiva negativa. No se ha valorado nunca nada desde el punto de vista positivo. Sabía que sería un año complicado, pero esperaba un poco más de empatía y entendimiento. Un poquito más de margen. A estas alturas que estamos hablando somos el único equipo junto al Barcelona que está vivo en todas las competiciones, y con una final en el horizonte, por lo que el año no está siendo tan malo como parece ser que algunos lo ven. Entiendo que todos tenemos nuestras perspectivas de las cosas, entiendo que las sensaciones y que la información que se nos transmite nos puede hacer pensar o ver las cosas de una forma determinada, pero...
- ¿Ha pensado alguna vez en tirar la toalla o ha caído en la idea de que quizá no le merece la pena?- No, porque en definitiva éste es mi mundo. Yo me dedico a esto. Empecé a jugar al fútbol con 11 años y hoy con 52 sigo aquí. Poco a poco empecé a jugar, alguien me vio, le gusté. Empecé a cobrar, me hice profesional. Tuve mi carrera como jugador, me retiré. Empecé como coordinador de cantera, luego dirigiendo la fundación, luego de director deportivo... Cuatro años aquí con Monchi y hoy tengo la oportunidad de estar al frente de la dirección deportiva de todo un Sevilla, un privilegio. Algo que está al alcance de muy pocos y para mí es un sueño hecho realidad. Uno no puede abandonar sus sueños, es una oportunidad única y me aferro a ella como a un clavo ardiendo. Pero sí que es verdad que hay momentos difíciles, momentos duros que uno los pasa en la intimidad de su casa con su familia. Pero te levantas a la mañana siguiente y cargas las pilas. Vuelves a empezar y a pensar que las cosas pueden salir bien.
- ¿Le gustaría ser un poco más invisible en su cargo?- Sí, pero entiendo que este club es complicado. El cargo de director deportivo del resto de clubes es, quizá, prácticamente anónimo. La figura de Monchi generó en este club una visibilidad no local, ni nacional; sino a nivel internacional. Ha tenido un protagonismo muy grande en el crecimiento del Sevilla actual, estando siempre en la primera línea de todo. Su evolución como profesional ha ido de la mano del crecimiento del club; una entidad que crecía con una estructura más limitada, con muchas menos personas y asumiendo tareas que no le correspondían. Una visibilidad brutal. Una vez que se marcha Monchi, la gente piensa que el que llega debe ser igual. Hasta para arreglar un baño de la ciudad deportiva se le consultaba a Monchi; llegó un momento que se le consultaba todo y tenía una capacidad y una operatividad que era una cosa bárbara. Monchi servía para todo. Pero cualquier director deportivo, no yo, que se siente aquí, se encarga solo de su trabajo. Es que Monchi lo gestionaba todo y tenía esa capacidad, como ha crecido con eso, ya lo tenía interiorizado.
- ¿Siente el pleno respaldo del presidente? Recientemente, en una radio, llamó la atención que afirmara que su futuro estaba sujeto al rendimiento, en lugar de caer en la típica frase hecha del mundo del fútbol y el recurrente argumento del 'compromiso' o la 'confianza'.- La verdad es que es cierto lo que dijo el presidente. Todos estamos sujetos al rendimiento. Supongo que tú, en tu trabajo, también estarás en base a una exigencia y unos parámetros que tu empresa te exige. Y yo no soy ajeno a ello tampoco. Es cierto que el discurso suele ser otro en el fútbol, pero no me parece extraña la respuesta. Siento el respaldo del presidente. Nos vemos prácticamente a diario, porque él siempre está por el club. Hablamos casi a diario y con asiduidad abordamos todos los temas. Siento que me respalda, porque él sí tiene toda la información. De las cosas que se dicen desde fuera, con solo una perspectiva, él las trabaja todas. Tiene muchos más conocimiento de qué se está haciendo y el porqué. Está seguro en la línea que trabajamos.
- ¿Cómo le planteó esa búsqueda del entrenador por Italia?- No es que fuéramos allí a ver qué nos encontrábamos. Eran situaciones que manejábamos y la decisión la llevábamos casi tomada desde aquí. Pero uno necesita un ´feedback´ con la persona que al final le vas a dar las riendas de tu equipo. Teníamos un claro conocimiento de Vincenzo (Montella) como entrenador, pero también queríamos conocerlo para sacar las conclusiones como persona y demás. En cualquier empresa entiendo que para contratar a un trabajador es habitual el tener una entrevista personal, más allá del currículum vitae con sus capacidades. Conocer a la persona, al profesional, qué visión tiene él de nosotros. Cómo nos ve, hablar de manera distendida... Sacar muchas conclusiones que te ayudan a tomar una decisión.
- Pero no fue el único entrenador con el que se reunieron.- Evidentemente, no. En esa reunión podía salir una conclusión que no nos gustase, por eso barajamos diferentes opciones de las cuales salimos muy satisfechos de todas ellas. Como teníamos la idea más o menos clara, pues decidimos.
- ¿Ha llegado el momento de abrir el abanico y de que Montella dé más cariño a aquellos jugadores en los que menos viene confiando?- Los entrenadores no analizan jugadores, sino equipos. Ven a los equipos jugar y dentro de lo que es el equipo se forman una idea base de lo que es el jugador, porque ve lo que hace dentro de esa estructura. Cuando empiezan a trabajar con ellos, comienzan a verlos. Pero hay jugadores de entrenamientos y jugadores de partidos; hay jugadores que entrena mejor que compiten y otros que compiten mejor que entrenan. Hasta que no conocen esas situaciones, los entrenadores no llegan a un punto alto de conocimiento de cada uno de los jugadores. Vincenzo ya tiene un conocimiento amplio del equipo, pero hay jugadores a los que aún no conoce en profundidad. Tiene una idea de lo que pueden ser, pero ahora debe valorar hacia dónde pueden llegar. Cariño le damos a todos los futbolistas, porque todos son importantes y nunca sabes qué jugador va a sacarte las castañas del fuego. La verdad es que no tenemos ninguna queja, tenemos un plantel perfecto a nivel personal e individual. Unos chavales magníficos con un nivel de compromiso y una implicación total con la causa. Una actitud muy positiva, gente sana al cien por cien. No sabemos de aquí a final de temporada qué circunstancias se van a dar, quiénes van a estar jugando o habrá variaciones importantes. Lo importante es que todos lleguen en las mejores circunstancias posibles al tramo final.