La vida le ha cambiado mucho a
Johannes Geis en un par de semanas. Antes del parón era el jugador menos utilizado por Eduardo Berizzo de toda la plantilla y uno de los señalados para salir en el próximo mercado de enero. El germano seguía desde el banquillo el duelo contra el
Barcelona cuando
Kjaer dijo que no podía seguir. El técnico tiró de él para jugar como central, posición que había ocupado esporádicamente en el
Schalke. En el
Camp Nou cumplió. Más que aseado con la pelota, garantizó la salida desde atrás y no se amilanó ante los
Messi, Luis Suárez y compañía.
El sábado pasado le llegó la reválida al de Schweinfurt en el partido de Liga contra el
Celta y ante el
Liverpool en
Champions volvió a jugar los 90 minutos al lado de
Lenglet por la lesión de Kjaer. Fue una prueba dura y sufrió, sobre todo en el primer tiempo ante la velocidad de los atacantes ingleses, pero logró rehacerse e incluso forzó el córner en el que llegaría el empate, cuando ya jugaba como lateral derecho.
Y es que el germano ha sabido afrontar la ansiedad de no jugar en este primer tercio de
Liga, llevando una "vida tranquila" y "con mucha paciencia para esperar su oportunidad", tal y como cuentan quienes están cerca de él. Geis llegó al final del mercado y siempre tuvo claro desde el principio que no iba a ser llegar y pegar.
Una postura madura y muy profesional que explica su explosión ahora, cuando
Berizzo lo ha requerido, y lejos de su posición natural. Apuesta personal de Óscar Arias, quien conoce muy bien el mercado europeo y goza de muy buen ojo a la hora de fijarse en un pivote, avalaban la confianza del club en el futbolista, siendo muchos los informes positivos presentes en las oficinas del Sánchez-Pizjuán: "Trabaja como el que más para ganarse minutos".
Una confianza recíproca en la que, lógicamente, también ha tenido mucho que ver
Eduardo Berizzo, quien ha mantenido hasta la fecha una comunicación muy fluida con el germano, a pesar de no haber gozado de tanto protagonismo sobre el campo como le hubiera gustado. Al técnico le gusta tener a todos enchufados y siempre le ha transmitido que la temporada es larga y que le iba a llegar su oportunidad, como así ha sido. Un tren que el bueno de
Geis no ha dejado pasar, subiéndose en la primera estación que ha tenido oportunidad con el claro objetivo de empezar a ser uno más en el reparto de minutos que
Berizzo vienen imponiendo en la plantilla desde que arribó a
Nervión el pasado verano.
Con todo, Geis es consciente de que tendrá que seguir trabajando duro para tener minutos. La situación de la defensa es coyuntural por las lesiones y el doble pivote
Nzonzi-Pizarro se está consolidando cerrándole las puertas de la posición en la que se siente más cómodo. La idea de
Geis sigue siendo la misma. Trabajar para estar preparado cuando el técnico lo necesite. Así ha sido hasta ahora. Por su mente no pasó salir en invierno pese a la falta de minutos. Siempre se ha mostrad positivo, una máxima en su carrera.
El Schalke, atentoEl
Schalke, club del que arribó en préstamo, sigue muy de cerca al futbolista, cuya ausencia en las alineaciones de
Berizzo despertó algo de preocupación. Y es que hay más clubes alemanes atentos a su evolución como sevillista, estando pendientes de una posible salida en enero; algo poco probable porque él quiere seguir.
Cabe recordar, además, que el
Sevilla se guardó una opción de compra por el germano, de unos ocho millones de euros. Operación que, en gran medida, dependerá de cómo evolucione el pivote ante los ojos de
Berizzo. El
Schalke, de hecho, quiso retenerlo, pero el poder jugar la
Champions con el
Sevilla era algo irrechazable.
Geis lo tiene claro: ha venido para quedarse.
Progresos con el españolLa barrera del idioma es otra de las cuestiones que
Johannes Geis ha tenido que sortear tras su llegada a la capital hispalense; un castellano con el que lleva lidiando desde que arribó el último día de mercado y que poco a poco va domando. De hecho, tiene una profesora particular que va a su casa, un esfuerzo con el que va mejorando. Su comprensión, según aseguran, "ya es alta", lo que le ha hecho evolucionar, también, a la hora de trabajar sobre el campo. Aunque todavía le cuesta un poco comunicarse en español, también evoluciona positivamente con ello, por lo que espera estar más pronto que tarde pudiendo expresarse públicamente con la lengua de Cervantes. La ciudad y la calidad de vida que presenta
Sevilla, son otros de los aspectos que tienen enamorado al germano.