Tsartas: "El Sevilla me fichó gracias a un camarero"

Tsartas: "El Sevilla me fichó gracias a un camarero"
Tsartas ha desvelado varios episodios curiosos de su etapa en el Sevilla. - C. P.
Carlos PérezCarlos Pérez4 min lectura
Cuando se critica a Paulo Henrique Ganso, a muchos aficionados sevillistas se les viene a la mente un nombre, el de Vassilis Tsartas. El griego apenas aportaba en la resta, pero en ataque era determinante, ya fuese dando pases de gol o haciéndolos. Sobre todo, gracias a su especialidad: los lanzamientos de falta. 

En aquel Sevilla nadie discutía que Tsartas tenía que ser titular. Bueno sí, lo discutían sus propios compañeros, quienes se quejaban ante el entrenador de que el griego no corría tanto como ellos. A Marcos Alonso le importó poco, según ha desvelado el propio Tsartas, en una entrevista concedida a El País. "El 'Profe' (Ortega, ahora en el Atlético de Madrid) me explotó de verdad y Marcos me trató de maravilla. Un día, delante de todos, dijo: "Chavales, vamos a dejar una cosa clara. ¿Quién de vosotros puede hacer lo que hace Vassilis ofensivamente? ¿Nadie? Pues no quiero oír más quejas de que no defiende. No sé, puedo decir que más o menos tuve éxito personal y dejé mi sello en el Sevilla, quizá también en Grecia y en la Liga", recuerda Tsartas. 

El talentoso mediapunta no discute que fuese Rosendo Cabezas quien le llevase a Nervión, pero desvela que la forma fue un tanto 'sui generis': "Según me contaron, vinieron a Grecia para ver a Karapialis, mediapunta del Olympiacos. Y en un restaurante les oyó un camarero, que les dijo que se fijaran en un chaval del AEK. Empezaron a verme y me ficharon. Y eso que cuando fui a Sevilla no sabía nada del club. Lo único era dónde estaba en el mapa y que Maradona había jugado allí".

Tsartas dice que es "una pena" que le tocase vivir "aquella época" en el Sevilla. En Segunda lo pasó mal. "Me iba a hacer la siesta y pensaba que alguien me seguía. Siempre me hacían marcaje al hombre. Eso, al final, me sirvió para subir el nivel. Algunos rivales me decían que cambiaban todo para marcarme. Era una cosa de locos. Lo que me pasó en Segunda no me pasó nunca en mi carrera", explica el heleno, quien, a la postre, se alegra de no haberse marchado en su momento, pese a que tenía ofertas importantes: "En el segundo año de Segunda lo tenía hecho con el Racing. Estaba en el autobús que nos llevaba de pretemporada y llamaron a Castro Santos y le dijeron que me vendían... Él respondió que si le conseguían otro igual a mí, adelante. No me fui. Luego, me vino el míster y le dije que a qué venía, que no me diera caramelos como a un niño. Me tenía que dejar salir porque quería seguir en Primera y estaba hecho; no me ayudó. Luego llegó el Pichón Alonso con el 'Profe' Ortega y lo cambiaron todo. ¡Ah! También me quisiron el Celta y el Madrid, pero no se hizo en el último momento".