Con sólo 19 años, Sander Berge ha asumido los galones de mando en el Genk y se ha convertido en una pieza absolutamente insustituible, hasta el punto de que lo ha jugado absolutamente todo por ahora en el club belga.
De hecho, la joya escandinava no se ha perdido ni un solo minuto en los diez partidos que ha disputado el equipo entrenado por Albert Stuivenberg, tanto los nueve de la Jupiler League como el de copa, reflejo del peso específico adquirido por este futbolista tanto en el césped como fuera de él a pesar de su corta edad.
El Genk ocupa actualmente la décima posición de la liga belga, con dos victorias, cuatro empates y tres derrotas y depende considerablemente de las prestaciones de su jugador franquicia. Un Sander Berge con el que obtendrá una enorme plusvalía cuando finalmente lo traspase -en verano le tasaron en 20 millones aunque realmente no le quisieron vender-, ya que en el enero pasado, hace tan sólo nueve meses, lo fichó por dos millones de euros del Valerenga noruego.