El mercado estival de fichajes se cerró con una espina para
Óscar Arias. Hasta los últimos días del mismo, el director deportivo sevillista intentó en vano el fichaje de
Sander Berge, pero la intransigencia del
Genk le llevó a desistir y a abordar la cesión del alemán
Geis, aunque se trata de jugadores de cortes diferentes.
El joven talento noruego, de sólo 19 años, actúa también como pivote defensivo, como el alemán, pero a su envergadura (193 centímetros) suma llegada, visión de juego y una calidad con ambas piernas que podrían convertirle en el sustituto ideal de
N'Zonzi, habida cuenta de que el nombre de francés, a buen seguro, volverá a sonar con fuerza el próximo verano de cara a una posible salida, la cual ya buscó antes del cierre del mercado.
Por ello,
Arias no se ha olvidado de
Berge. Pero no esperará a que finalice la campaña.
Según ha podido saber ESTADIO Deportivo, de hecho, el
Sevilla volverá a la carga en enero, sabedor de que tendrá más opciones de llevarse el gato al agua, puesto que el
Genk, ahora sí, estará abierto a negociar un traspaso.
El club belga se cerró en banda en verano y fijó una cifra prohibitiva, entre 18 y 20 millones, para retener a un jugador al que fichó por sólo dos kilos en el mercado invernal de la 16/17. Con ello alejó a sus muchos pretendientes, incluido el
Sevilla, para cumplir su deseo de no vender al jugador. Pero en este arranque de temporada el equipo no marcha como se esperaba. Décimo en la tabla de la
Jupiler Pro League, a catorce puntos ya del liderato del
Brujas, el conjunto del
Luminus Arena está lejos de las expectativas y eso hace más fácil que el noruego pueda hacer las maletas, ya que en su club entenderían que su permanencia no asegura un mayor rendimiento colectivo, pese a que sigue siendo la indiscutible estrella del equipo.
Hasta la fecha, de hecho, no se ha perdido ningún minuto de los nueve encuentros ligueros jugados, disputando también completo un partido de
Copa. También sigue siendo un fijo en su selección, pero pretende pelear por cotas mucho mayores y el
Genk, esta vez sí, podría acceder a cumplir su deseo. Eso sí, ni mucho menos lo regalará. Es más, aprovechará que son varios los clubes potentes que andan tras sus pasos para sacar la máxima tajada posible.
El precio, por tanto, seguirá siendo elevado, para nada más barato, por lo que en
Nervión ya saben que tendrán que subir la oferta de
12 millones de euros que pusieron sobre la mesa de la entidad belga.
Otros clubes que también lo quisieron en verano, como
Arsenal,
Everton o
Mónaco, siguen muy pendientes, por lo que la pelea promete ser dura, aunque las informaciones que maneja este diario avanzan que el segundo intento de
Arias, un enamorado del fútbol de
Berge, tiene más visos de fructificar. Habrá que esperar a enero.