Nico Pareja ha encontrado en
Sevilla su habitat, la ciudad en la que establecerse y en la que echar raíces por fin, tanto a nivel deportivo, como en el personal e incluso en el familiar. No en vano, la descendencia del capitán blanquirrojo ha crecido en la capital hispalense, donde el central argentino comienza su
quinta temporada consecutiva, algo que no había vivido en ninguno de los clubes de su carrera.
Pareja, de 33 años, comenzó su carrera profesional en las filas de
Argentinos Juniors, en la liga de su país. Se formó en sus escalafones inferiores antes de dar el salto y de formar parte del primer equipo durante cuatro campañas, desde la 02/03 hasta la 05/06. Ese año, su buen rendimiento tuvo repercusión allende las fronteras argentinas y le valió para cruzar el charco y dar el salto a Europa para enrolarse en el
Anderlecht belga, donde jugaría durante dos cursos, 06/07 y 07/08.
En 2008 dio otro pasito más llegando a
España de la mano del
Espanyol y de su compatriota
Pochettino. En el cuadro perico estuvo otras dos temporadas para, en 2010, aterrizar en la liga rusa de mano del
Spartak. En Moscú pasó tres años marcados por altibajos y por una grave lesión de rodilla.
A
Sevilla llegó en 2013 y no sólo recuperó su mejor versión, sino que celebró tres títulos de la
Europa League y volvió a la
selección. El bonaerense está plenamente identificado con un equipo que ahora capitanea y con el que suma 104 partidos entre todas las competiciones. Si el físico le respeta, serán muchos más.