No está siendo sencilla la contratación de
Adam Masina por parte del
Sevilla. El hecho de haber convencido al futbolista hace más de una semana no es suficiente para ablandar a un
Bolonia que está apretando en la negociación para sacar la mayor tajada posible. Las cifras en las que se está moviendo el mercado esta temporada alimentan la voracidad de los 'rossoblú'.
Según ha podido saber
ED, a estas horas se siguen produciendo los contactos para tratar de rebajar la exigencias de la entidad transalpina. Lo que sí parece claro es que la última intentona nervionense de ocho millones de euros no será suficiente para convencer a la escuadra italiana, que no cede por menos de diez y que está pidiendo 13 kilos por el lateral izquierdo.
Ayer,
Ricardo Biggon, director deportivo del
Bolonia, señaló a Sky Sport que el futbolista no estaba en venta y que la intención es que se quede, aunque en Italia apuntan que estas declaraciones son más una estrategia negociadora que una realidad a día de hoy. Sobre todo porque
Masina está forzando la máquina, pues el año pasado ya le prometieron salir si llegaba un club importante.
El
Sevilla llegó a ofertar once millones por
Amavi y en esas cifras debe estar el tope del conjunto nervionense incluyendo bonus. Entretanto, el
Bolonia sigue buscando alternativas para el internacional sub 21 y el último en salir ha sido
Pasquale, veterano lateral zurdo de 35 años con un pasado en la
Fiorentina, aunque el mejor colocado es Cheick Keita, del Birmingham.
La proximidad del cierre del mercado parece jugar en contra del
Sevilla, que tiene la obligación de cerrar la contratación de un lateral izquierdo, lo que invita al
Bolonia a apretar en sus exigencias.
A vueltas con el delanteroTambién trabaja
Arias con denuedo en la búsqueda de un delantero que se adapte a lo que quiere
Berizzo.
Jovetic tiene muchas papeletas para ir al
Mónaco, donde su agente negocia su traspaso desde el Inter por 11 millones de euros. Al director deportivo del
Sevilla le gusta
Michy Batshuayi, que podría verse empujado a salir si
Llorente arriba a
Stamford Bridge, por más que la intención del belga sea la de continuar en el
Chelsea.