José Castro lo ha dejado claro: la única posibilidad de que
Jorge Sampaoli rompa su contrato con el
Sevilla -le queda un año más- y tome las riendas de Argentina pasa por el
pago de su cláusula de rescisión, de 1,5 millones, impuestos aparte.
Ahí se ha plantado el club de Nervión. Pero, con la AFA de por medio, cualquier cosa puede pasar. Cuando destituyó a Martino, de hecho, el elegido ya era Sampaoli, pero la falta de liquidez les llevó a apostar por
Bauza. Ahora, se supone que sí tiene las arcas llenas, gracias a la firma de un contrato televisivo, pero hay voces que no descartan que la asociación presidida por
Claudio Tapia pida aplazamientos o rebajas de dicha cantidad con la disputa de un amistoso.
Llegado este caso, según ‘Muchodeporte’, el Sevilla jugará con la baza del finiquito del técnico, al que aún debe abonar una
importante suma de dinero, más, incluso, tras sellar la cuarta plaza, con su prima correspondiente. De este modo, si al de Casilda le entran las prisas por salir rumbo a su país -la Albiceleste juega el 9 de junio y hoy mismo saldrá a la luz su primera lista-, tendrá que ser él quien
asuma los costes de la rebaja que pretendería la AFA, perdonando parte del finiquito.
Y parece que, efectivamente, tiene prisa por largarse. No en vano, según 'Radio Marca', el argentino había propuesto al club que
Juanma Lillo se sentara hoy ante Osasuna, a lo que
Castro no accedió.