El Sevilla despedirá la temporada en el Sánchez Pizjuán este sábado (21:00 horas) ante
Osasuna en un partido sin aliciente alguno en lo deportivo, distando esta última jornada de Liga de las ‘finales’ de antaño entre ambos conjuntos, en el que el roce entre uno y otro equipo sobre el campo llegó a ser habitual tras más de un partido a vida o muerte en Copa o con Europa en juego. Cosas de otra época que nada tienen que ver con los tiempos modernos, en los que el Sevilla ya se ha asegurado la
cuarta plaza, y su participación en la
previa de la Champions la próxima temporada, con una jornada de adelanto, y en los que Osasuna lleva varias semanas descendido. Es decir, un partido sin chicha en el que, más allá de conseguir una victoria con la que sumar los 72 puntos que harían de ésta la
segunda mejor campaña del Sevilla en su historia, también llamará notablemente la atención el debut de
Salvatore Sirigu en el Sánchez Pizjuán, un campo al que llegó el pasado verano en préstamos por el PSG con la promesa de jugar y con la intención de disputarle la titularidad al canterano
Sergio Rico. Un objetivo que se truncó demasiado pronto, cuando fue expulsado de manera ingenua en San Mamés por agredir a
Aduriz. Un triste final tras el que no volvió a defender la portería sevillista y con el que dejó un triste bagaje de dos encuentros como nervionense, ambos como visitante (Ipurua y San Mamés).
Truncada experiencia tras la que decidió cambiar de aires en enero, rompiendo su cesión para marchar también en calidad de cedido a Osasuna, donde se ha reencontrado con la titularidad que se le privó en Nervión... Y con los goles en contra, habiendo recogido el balón de sus redes hasta en 46 ocasiones. Todo ello, en 17 partidos disputados; o lo que es lo mismo, a casi
tres goles por encuentro (2,7). De hecho, sólo ha conseguido dejar la portería a cero en una ocasión. Y eso, a pesar de que parar, también ha parado. Una infausta campaña que empezó y cerrará en Nervión.
La oportunidad de SoriaSerá el de Osasuna un encuentro para estar pendiente de las porterías. Con todo decidido ya, y sin nada en juego por tanto, podría darle Sampaoli minutos a ciertos jugadores que han contado menos a lo largo del curso y uno de ellos, lógicamente, es
David Soria. Tras recuperarse de su lesión, ha vivido a la sombra de Sergio Rico hasta el punto de darse hoy día la peculiaridad de que el madrileño aún no ha debutado en Primera división, pese a ser ésta su
segunda temporada con el primer equipo. Un cancerbero, Soria, que se proclamó
campeón de la Europa League el curso pasado de manera activa, pero que aún no se ha estrenado en la competición doméstica. Una curiosidad más del fútbol que David Soria querrá romper lo antes posible.