Que si se iba a reunir con la
AFA antes del partido de Valencia, que si ya ha dado el sí, que si su abogado ha concretado los términos de su futuro contrato con
Argentina, que si ya ha elegido a su nuevo cuerpo técnico... No dejan de sucederse las informaciones desde Suramérica sobre
Jorge Sampaoli, si bien, según ha podido conocer ESTADIO Deportivo, la única realidad a día de hoy es que
existe un fuerte interés para que se haga cargo de la Albiceleste y que es algo que el de Casilda siempre ha valorado
para un futuro, pero que
no le está impidiendo centrarse por completo en su actual trabajo en Nervión. Ahora bien, a partir de ahí,
no ha habido ningún avance en ese sentido. Es más,
el futuro de Sampaoli depende del propio Sevilla.
José Castro se ha reunido ya en dos ocasiones para tratar
la renovación del entrenador y de ambas, en las que ya se habló de
una posible vinculación hasta 2019, las partes salieron satisfechas y
pendientes de algún encuentro más para acabar estampando las rúbricas. Eso fue hace unos días. Desde entonces, el presidente de la entidad nervionense
no ha vuelto a citar al exseleccionador de Chile en su despacho.
Fue
la repentina -que no inesperada- salida de Monchi, previa a toda la vorágine creada por su posible llegada a Argentina, la que
lo frenó todo. El Sevilla no tenía previsto anunciar la salida del de San Fernando todavía. Lo que lo precipitó fue que saliese a la luz
su reunión en Londres con directivos de la Roma. Ahí se decidió dar naturalidad al asunto, convocar una rueda de prensa de despedida y, de una vez, trabajar en la futura dirección deportiva del club.
El no tener aún
sustituto de Monchi, unido al duro golpe que supuso
la eliminación en la Liga de Campeones (en la Copa cayó ante el Real Madrid y en LaLIga está luchando por ser tercero o cuarto) y las dudas que genera todo
lo últimamente publicado en Argentina, ha provocado que Castro haya frenado las negociaciones. Sampaoli, sin embargo, siempre
se ha mostrado predispuesto a sentarse con el presidente. Transmite que
es feliz en la entidad y la capital hispalense, y no descarta, ni mucho menos,
continuar. De hecho, no ha hablado
ni directa ni indirectamente con la AFA. Ni siquiera ha dado autorización al abogado Fernando Baredes para que se cite con Claudio ‘Chiqui’ Tapia.
Respecto al Sevilla,
el casildense tiene sus preguntas, obviamente, aunque todas
referentes al proyecto. Sobre todo, estima que la marcha de Monchi, uno de los mejores del mundo en su puesto, es
tremendamente delicada, y piensa que el asunto de su reemplazo debe quedar bien resuelto, para asegurar así la viabilidad de un futuro proyecto que, entiende,
debería ser ambicioso, que le permita luchar por lo máximo.
Sampaoli se ha encontrado, de súbito, con
el enorme vacío que ha provocado la salida de Monchi en la entidad (todo lo deportivo va ahora a cámara lenta) y, sin alimentarlo, con
un sinfín de especulaciones desde Argentina que están
dañando su imagen (
tiene las llamadas restringidas de su móvil ante la avalancha que está recibiendo), tanto de puertas hacia fuera como
de puertas hacia dentro, donde se está atendiendo más a lo que se publica en la prensa que a
la versión del propio técnico, que no tiene problema ninguna en volver a sentarse con Castro.
Así las cosas, ni mucho menos se puede dar por segura a día de hoy la marcha de Sampaoli, quien no mintió en la rueda de prensa posterior al partido contra el Valencia: “
No hay nada nuevo sobre mi continuidad. No sé qué pasará, porque
no ha cambiado nada”. En gran medida, como puede desvelar este diario, todo
en manos del propio Sevilla. De que le vuelva a llamar, de que le mantenga las condiciones y de que le presente un proyecto, ya sin Monchi, serio y ambicioso.
