El exjugador argentino del
Sevilla Héctor Horacio
Scotta lamentó la marcha del director deportivo, Ramón Rodríguez 'Monchi', quien ayer se desvinculó del club, y expresó su deseo de que "esté fuera poco tiempo y vuelva pronto".
Scotta (Santa Fe, 1950), cañonero referencia del equipo en el que militó entre 1976 y 1980, fue entrevistado por la televisión del club poco después del acuerdo alcanzado por el consejo de administración con
'Monchi', del que dijo que le duele "como a cualquier sevillista", aunque lo entiende. "Hay que entender que, como cualquier profesional, es normal que busque nuevos horizontes o algo mejor", afirmó el delantero que formó pareja atacante en el
Sánchez Pizjuán con el mundialista Daniel Ricardo Bertoni y que es aún recordado por su capacidad goleadora y, sobre todo, por lo fuerte que le pegaba al balón.
Evocó con nostalgia su etapa en el
Sevilla y confesó, entre otros recuerdos que tiene un museo en su casa y que cuando entra en él, se le caen las lágrimas; y que cuando se retiró del fútbol, tuvo una depresión de la que le costó salir y que superó gracias a su mujer, sus amigos y sus hijos. "Yo dejé los estudios por el fútbol y cuando me retiré, no tenía nada para trabajar. Ahora estoy entrenando con los chicos de San Lorenzo y no paro, pero al principio fue muy difícil", reconoció
Scotta, quien destacó que cuando viene a Sevilla siente "el cariño de todos", entre ellos viejas glorias sevillistas que le acompañaron en el plató de la televisión del club.
Entre éstas, Enrique Lora y el paraguayo 'Baby' Acosta recordaron la potencia en el disparo del argentino y que cuando oían en el Pizjuán el clásico "'ssshshhh', que viene, que viene", sabían que lo que venía era "el pelotazo de Scotta", quien tiene un nieto, Valentino, que es capitán del cadete del club sevillista.