Sin duda alguna, el cancerbero
Sergio Rico fue ayer el mejor sevillista sobre el césped del Estadio de Gran Canaria, donde se vio a un Sevilla bastante apático que, en cierta manera, se topó con la horma de su zapato. Y cuando más lo requerían los de
Jorge Sampaoli, apareció el de Montequinto, un arquero que ha madurado a pasos agigantados y que hoy por hoy lleva bastantes meses sumando puntos para su equipo. Un internacional español que estuvo presente en la pasada Eurocopa de Francia como tercer portero y que a día de hoy, irónicamente, no tiene asegurado su puesto en la ´Roja´ de
Julen Lopetegui, quien sigue probando arqueros y que días atrás se refirió a la portería nacional sin mencionar al sevillista. Seguro bajo palos, no sólo fue determinante en momentos claves, sino que puso en evidencia que ya ha adquirido esa garra y ese don de gentes que se le exigía temporadas atrás, cuando era un producto de invernadero aún. Hoy, en cambio, por algo está
Sirigu en Pamplona.