El central argentino del Sevilla,
Nico Pareja, mostró su satisfacción por la trayectoria del equipo y por que se ha impregnado de la idea de su entrenador,
Jorge Sampaoli, aunque precisó que, aunque los resultados invitan al optimismo, "hay que ir poco a poco, partido a partido" y "con los pies en el suelo".
Nico Pareja afirmó que todo el equipo tiene "muchísima ilusión" con la trayectoria de esta temporada, aunque incidió en la importancia de "seguir trabajando" para conseguir los objetivos de un equipo que, según subrayó, "siempre" hay gente que "da la cara" en los momentos difíciles.
"Los veteranos siempre intentamos que siga la tónica de familia que nos caracteriza, no queremos que se pierda, los que han llegado se han adaptado a nuestra filosofía", señaló a la televisión del club el zaguero argentino, quien este año ha vuelto con bríos renovados tras superar una grave lesión que le lastró en el pasado.
En este sentido, valoró la confianza que
Sampaoli ha depositado en él y dijo que sabía que, llegara quien llegara, "sabía que se lo iba a poner difícil" porque "quería ser alguien importante no sólo en el terreno de juego sino en el día a día, y demostrarle al entrenador que estaba para jugar".
Recordó que cuando llegó su compatriota para hacerse con los mandos del
Sevilla no le dijo "nada extraño" y que empezó a contar con él y a darle su confianza "sin pensar en lo que había pasado", lo que, según destacó, "hay que valorarlo".
Nico Pareja estuvo algo más de un año ausente de los terrenos de juego tras sufrir una grave lesión en su rodilla derecha el 23 de abril de 2015, en una acción fortuita en un partido de la
Europa League que el Sevilla disputó frente al
Zenit de San Petersburgo.
"Vio que estaba bien y ya está. Necesitaba partidos pero tener su confianza, me hizo cambiar la mentalidad, su llegada me dio un plus y fue muy importante para mí", aseveró
Nico Pareja, quien indicó que el
Sevilla es "un club grande" que pelea "por cosas importantes" y que le ha marcado "para toda la vida".
Nicolás Martín Pareja, de 32 años y uno de los puntales de la zaga sevillista, cumple con ésta su cuarta temporada en el equipo hispalense, al que llegó en el verano de 2013 procedente del Spartak de Moscú y con el que tiene contrato hasta junio de 2019.