El
Sevilla Fútbol Club emitió ayer, en su página web, el parte médico del mediapunta francés
Samir Nasri, quien se lesionó el pasado sábado ante el
Sporting de Gijón, teniendo que abandonar el terreno de juego de El Molinón durante el descanso. Un futbolista, el galo, que ayer fue sometido a una resonancia magnética que reveló su dolencia, sufriendo éste un
daño miosfacial en el bíceps de su pierna izquierda que, presumiblemente, le tendrá apartado de los terrenos de juego entre
tres y cuatro semanas, a pesar de que los servicios médicos del club no han querido aventurarse al respecto, estimando que el periodo de baja del sevillista se determinará más adelante, una vez que sea sometido a nuevas pruebas médicas que comprueben la evolución de la lesión.
Un tiempo en la sombra que, de confirmarse el periodo estimado, obligaría a
Nasri a perderse cuatro partidos (
Dinamo, Barcelona, Deportivo y Juventus), estando también en duda su participación frente al
Valencia en Liga, el próximo 26 de noviembre. Una reaparición que, en el peor de los casos, no se produciría hasta el miércoles 30 de noviembre, cuando los del Sánchez Pizjuán se enfrentan al
Formentera en dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
Un tiempo en el que
Jorge Sampaoli se verá obligado a reestructurar su once después de haber encontrado el equilibrio buscado durante el inicio de temporada en la figura de
Samir Nasri, un futbolista que, partiendo por el centro, ha tomado el rol que el pasado curso jugaba el argentino
Éver Banega, dándole sentido al fútbol del Sevilla Fútbol Club.
Un papel protagónico del internacional galo que, por otro lado, coincidió con la desaparición del japonés
Hiroshi Kiyotake, quien se convirtió en uno de los hombres claves de
Sampaoli durante los primeros partidos para acabar cayendo en el ostracismo del casildense a la vez que coincidía con la entrada en el equipo del francés, ahora lesionado. Tanto es así, que el internacional japonés no goza de minutos como sevillista desde la cuarta jornada de Liga, en la que el
Sevilla empató a uno ante el
Eibar en Ipurua en un partido en el que, curiosamente, no participó el galo, quien no estaba disponible por unas molestias físicas. Sería con el retorno de
Nasri, ante el
Betis, cuando el nipón se esfumaría completamente de los planes de Sampaoli, habiéndose perdido los partidos ante el eterno rival,
Athletic, Alavés, Leganés, Atlético y Sporting, en Liga; así como los de
Lyon y
Dinamo Zagreb en Liga de Campeones.
Una lesión del francés que, por tanto, le brinda ahora una nueva oportunidad a
Hiroshi Kiyotake, quien está obligado a subirse al tren sevillista si no quiere caerse definitivamente de los planes de un
Jorge Sampaoli que ya indicó hace unos días que necesita meter en la rueda a más futbolistas si verdaderamente quieren luchar por aguantarle el ritmo a los grandes en la zona alta de la clasificación liguera, a la vez que en Champions.
Una dura papeleta para el casildense, quien intentará hacer nuevamente del japonés ese futbolista que "hizo un partido increíble" ante el
Espanyol y que "fue uno de los artífices del equipo" durante el inicio, pero que ahora es una mera sombra de lo que efímeramente fue para el 'Zurdo'. Una labor que, de no conseguirse, también podría recaer sobre la figura de
Ganso,
Iborra o, incluso, de
Sarabia, a quien prefiere utilizar en banda.
Ganso tiene la 'magia', pero le falta el ritmo requeridoEl brasileño Paulo Henrique Ganso es otro de los jugadores en los que Jorge Sampaoli podría depositar su confianza ante la ausencia del lesionado
Samir Nasri. Le sobra 'magia' en sus botas, pero le falta ese ritmo y movilidad que requiere LaLiga. No sería de extrañar verlo sobre el césped ante un rival como el
Dinamo, que, como ya demostró en Zagreb, exige muy poquito físicamente.
Iborra es otro perfil y Sarabia gusta en bandaVicente Iborra es otro de los jugadores que podría ocupar el hueco de
Nasri, aunque el Sevilla, eso sí, perdería en movilidad, a la vez que ganaría en centímetros y presencia en el centro del campo junto a
N'Zonzi. Por ello, Sampaoli podría optar también por Pablo
Sarabia, pues visión de juego y pase en estático no le faltan al ex del Getafe, aunque el argentino lo prefiere en banda, incluso como lateral.