Siendo adolescente el Sevilla vio en Pukki un proyecto de buen jugador. En plena expansión tras instalarse entre los mejores equipos de Europa, Víctor Orta fichaba un finlandés para la cantera. Un delantero rápido y oportunista que ayudó a conquistar la Copa del Rey con el División de Honor, en un equipo en el que también jugaban Cala, Bernardo, Rodri o Salva Rivas. Ya en el primer filial, compartió vestuario con Perotti o Armenteros.
"Éramos todos muy jóvenes, pero se ha visto que había buenos jugadores porque muchos juegan en Primera y en buenos equipos. Hacíamos mucha vida juntos, sobre todo los de fuera. Sigo manteniendo el contacto con algunos, sobre todo con Perotti y Bernardo". Con estos últimos comparte la agencia de representación ´You First Sport´.
Pukki atiende a ESTADIO después de convertirse en un héroe para Finlandia gracias al gol logrado ante España. En realidad, ha metido a la campeona del mundo en un serio problema, aunque tiene claro quien debe ser el equipo que acceda directamente a la fase final en Brasil.
"Espero que pase España, ¡Es mi segundo equipo! Yo celebré la Eurocopa 2008 en la puerta de Jerez", confiesa, sabedor de que Finlandia no tiene opción alguna de estar en la cita brasileña.
Llegó al Sevilla muy joven y tampoco era mayor cuando se marchó.
"Me vieron jugar con la selección sub 17 y sub 18 de Finlandia. Algunos ojeadores me siguieron y después Víctor Orta vino a Finlandia para hablar con mi club", afirma. De Sevilla se llevó muchas cosas positivas:
"Tengo muy buenos recuerdos, tanto a mi como a mi familia nos gustaba mucho la ciudad y pude hacer muchos amigos con los que hoy sigo en contacto"; y alguna otra cosa a la que le costó más adaptarse.
"La ciudad me gusta mucho, pero hacía demasiado calor en verano. En Alemania echo de menos el clima menos en esos tres meses", comenta.
Pisó dos veces el Real, "para la comida del equipo", y nunca se sintió seducido por la Semana Santa -"no tuve tiempo de ir", se excusa-, ni por la cocina sevillana.
"Casi todos los días comía en el VIPS con Perotti y algunos compañeros más. También me gustaba mucho el Sloopy Joes... aunque creo que no es cocina típica española", confiesa.
De su etapa como jugador lamenta la lesión de tobillo que cortó su progresión cuando empezaba a contar para el primer equipo.
"Cuando estaba en mi mejor momento en la segunda temporada en Sevilla, marcando en el Sevilla Atlético, entrenando y yendo convocado con el primer equipo y debutando, tuve una lesión de tobillo que me hizo parar justo en un momento donde todo iba muy bien, no fue una lesión grave, un par de meses, pero creo que ahí se me pudo ir la oportunidad", explica ahora.
Tras la lesión no volvió a contar para el Sevilla y finalmente decidió volver a su país. Su gran actuación con el Helsinki ante el Schalke le valió para que le ficharan:
"Fue duro volver a Finlandia tras varios años en España, pero gracias al trabajo duro pude volver a la elite tras sólo 11 meses en mi país". Ahora juega la Champions. "Este año he jugado varios partidos como titular en la Liga de Campeones. La lesión de Huntelaar ha hecho que tenga más minutos, espero aprovecharlos", dice.
En el Schalke coincidió con jugadores como Raúl.
"Me relacionaba mucho con los que hablaban español. Con Jurado, Raúl, Farfán, Hildebrand", explica el delantero finés antes de alabar el modelo alemán.
"Aquí todos los estadios están siempre llenos, son muy cómodos para la gente y con respecto a las plantillas hay muchos jugadores jóvenes que son importantes en sus equipos. Se hacen también muchos actos con los patrocinadores, casi todas las semanas hay alguno", asevera Pukki, quien advierte que en el fútbol alemán también hay clases al hablar de la llegada de Guardiola a la Bundesliga:
"El Bayern es como el Madrid y el Barça, así que todo tiene más repercusión y lo de Guardiola ha sido una gran noticia".Aun así, Pukki deja abierta la puerta a su regreso a España:
"Estoy muy bien en Alemania, la competición es muy bonita y de momento tengo la oportunidad de jugar en competición europea, en el futuro ya veremos qué sucede".
Enrique García5 min lectura