Antoine Griezmann acudió este viernes a su localidad natal de Macon para celebrar con sus paisanos la victoria de Francia en el Mundial de Rusia.
El jugador del Atlético de Madrid fue homenajeado por sus vecinos y, desde el balcón del Ayuntamiento de esa ciudad del este del país, agradeció el apoyo de la afición.
"Es un gran orgullo ser maconés y francés y haber podido vestir la camiseta de la selección francesa", dijo el jugador, que llevaba en sus brazos a su hija.
Griezmann se ausentó unos segundos del balcón para regresar con una réplica de la Copa del Mundo, lo que provocó el aplauso de los cientos de vecinos que se dieron cita en la plaza del pueblo de algo más de 33.000 habitantes.
Junto al jugador estaban, además de las autoridades de la localidad, algunos miembros de su familia.