Se abonó España a sufrir en esta Eurocopa, pero esta vez no fue suficiente para llegar a la final. Los penaltis condenaron al conjunto de Luis Enrique que vio como Morata, en última instancia, y Dani Olmo, a las primeras de cambio, erraron sus penas máximas. España cae en semifinales contra una Italia que seguramente jugó su peor partido de toda la Eurocopa. Defendiendo en demasía y apostando por el contragolpe, recordando así a tiempo pretéritos de la 'Azurra'.
En un encuentro que dominó de principio a fin, España se fue a la tercera prórroga consecutiva (Croacia, Suiza e Italia) después de igualar a diez minutos del final. El tanto de Álvaro Morata, permitió al conjunto de Luis Enrique neutralizar el tanto inicial de Chiesa, que aprovechó un balón que se quedó muerto en la frontal del área después de un despeje flojo de Laporte. Olmo, encontró al madrileño que en el mano a mano batió a Donnarumma. Así se llegó a los penaltis.