Mathieu Van der Poel es el gran ciclista del momento y a sus 29 años va camino de colarse en el top de grandes de toda la historia. A su ya mítica rivalidad con Van Aert le ha puesto fin a base de triunfos, demostrando que está uno o varios escalones por encima del de Herentals. A sus 29 años ya acumula cinco grandes monumentos y un Mundial en su palmarés, y ha hecho de las clásicas de primavera una de las grandes citas del año para cualquier aficionado a las dos ruedas. De hecho en el Tour de Flandes de ayer demostró que no hay nadie que pueda toserle ahora mismo, más aún sin Wout Van Aert, lesionado.
En la prueba belga demostró que puede ganar cuando y como quiere, y en el momento indicado pegó el hachazo para marcharse por delante y abrir hueco hasta los más de dos minutos con los que llegó a meta, una actuación que le valió su quinto monumento, y no son seis porque en la pasada Milán San Remo dejó en bandeja el triunfo a su compañero Jasper Philipsen. Y la semana que viene tiene la posibilidad de lograr en sexto en la Paris-Roubaix, donde defiende el triunfo logrado en 2023.
Pese a que parezca que por su palmarés se le puede considerar el mejor de una generación, realmente ayer lo que hizo fue igualar a uno de sus grandes rivales, pero que tiene características muy diferentes, Tadej Pogacar. El esloveno tiene a sus 25 años 5 monumentos en su mochila. Además de los dos Tours de Francia, es decir que tiene las mismas grandes carreras de un día que el mejor clasicómano de su generación y las mismas grandes vueltas que el mejor vueltómano de la misma. Por eso mismo a la hora de establecer un ranking sobre quién es el mejor, sea muy difícil no señalar al del UAE.
De hecho, con actuaciones como ayer de la 'bruta bestia' neerlandesa se le debe dar más valor aún a lo que hizo el esloveno en el pasado Tour de Flandes, cuando en el Kwaremont soltó a Van der Poel con uno de los ataques más potentes que se recuerdan. Este año 'Pogi' no ha acudido por llevar una preparación diferente de cara a correr el Giro de Italia, privándonos de un duelo que cada vez que sucede se gana un hueco en la historia, pero más allá de eso, ha demostrado que es capaz de igualar a cualquiera en cualquier terreno. Y aunque no sea este 2024, aún queda el duelo final, que será ver a los dos luchando por la clásica de las clásicas, la Paris-Roubaix, donde Pogacar nunca ha corrido, y ya ha dicho que lo va a intentar.