El belga Wout Van Aert (Jumbo Visma), maillot verde y 'Supercombativo' del Tour de Francia 2022, rindió homenaje a su jefe de filas y maillot amarillo definitivo Jonas Vingegaard adjudicándose la tercera etapa de la presente edición, una contrarreloj de 40,7 km entre Lacapelle-Marival y Rocamadour que mantuvo las posiciones del podio.
Van Aert (Herentals, 27 años), salió a la recta de meta a recibir al virtual ganador del Tour a falta de la fiesta final de París. El belga palmeó la mano de Jonas Vingegaard, quien ralentizó el ritmo al final para facilitar la victoria de su gregario número 1, el hombre todoterreno que siempre ha estado a su lado de manera determinante de principio a fin.
El campeón belga se llevó la crono con un tiempo de 47.59 minutos, a un media de 50.877 km/hora, superando en 19 segundos a Vingegaard, quien estuvo punto de caerse a 2,4 km de meta. Ese susto y los deseos de premiar a su lugarteniente, relajaron sus impulsos hasta meta. En los tiempos intermedios había marcado los mejores tiempos.
La tercera plaza fue para Tadej Pogacar, a 27 segundos de Van Aert, la cuarta para Geraint Thomas a 32 y la quinta para el doble campeón del Mundo de la especialidad, el italiano Filippo Ganna (Ineos), a 42. El mejor español fue Luis León Sánchez, en el puesto 21 a 3.01 minutos. Los hombres del podio se mostraron superiores al resto, con la excepción de Van Aert. Jonas Vingegaard (Hilerslev, 25 años) subirá a los más alto del podio en París este domingo.
Será el segundo danés que lo logra, después de Bjarne Riis, vencedor en 1996 por delante de Indurain. Le van a escoltar en los Campos Elíseos Tadej Pogacar, quien no podrá lograr la tercera corona consecutiva y el galés Geraint Thomas (Ineos), un veterano de 36 años, ganador del Tour 2018 y segundo en 2019.
La crono supuso el salto del séptimo al quinto puesto del ruso Vlasov, en perjuicio del colombiano Nairo Quintana, sexto y del sudafricano Louis Meintjes, quien bajo al octavo. Entre medias, séptimo, el francés Romain Bardet. El primer español de la general, Luis León Sánchez, acabó decimocuarto. Desde el año 1981, el ciclismo español al menos tuvo un corredor en el top 10. Malos tiempos.
VAN AERT LEVANTA A GANNA DE LA "SILLA CALIENTE"
La crono más larga en 8 años, en un trayecto de "asfalto lento y rugoso", no tenía mucho por decidir, pero la lucha por la etapa estuvo patente entre los grandes nombres de la general. Vingegaard con 3.30 sobre Pogacar, luchó al límite, mientras que el esloveno no escatimó esfuerzos por su cuarta victoria. Pero se coló en la fiesta un tal Wout Van Aert.
La primera referencia importante la firmó Filippo Ganna (Ineos) con 48.41 minutos, a una media de 50.159 km/hora. El doble campeón del Mundo, elegante con su maillot arcoíris, salió con un doble objetivo, llevarse la etapa y de paso cortar una sequía italiana de victorias en el Tour que data de 2019, con triunfo de Nibali. El gigante de Verbania hubiera logrado su victoria en crono número 20, pero sentado en la silla caliente de la sala de espera vio llegar con asombro al declarado 'Supercombativo del Tour 2022', al inagotable Wout Van Aert.
El belga levantó del trono a Ganna con un nuevo mejor tiempo de 47.59 minutos, a una media de 50.09 km/hora, nada menos que 48 segundos mejor que el emperador de la especialidad, quien iba a ser rebasado también por los hombres de la general.
Entró Van Aert para quedarse en la sala reservada para el mejor tiempo. Tenían que llegar los tres corredores del podio y los del top 10. Enseguida se comprobó que Vingegaard, con las alas del maillot amarillo, había salido a rubricar la faena con su tercer triunfo de etapa. El danés superó el tiempo de todos sus rivales en los pasos intermedios de los km 10, 22 y 32. El líder iba en serio.
Fueron llegando los hombres de referencia. Los examenes preliminares eran favorables a Van Aert, quien sonreía sentado en la silla de cuero, en la sala de espera, sin comerse las uñas tampoco. Los tiempos de Pogacar, Thomas y compañía no eran preocupantes.
Pogacar salió a bloque, en un recorrido técnico, exigente y con dos pequeñas cotas al final que le podrían favorecer. Pero el esloveno no hizo peligrar el tiempo de Van Aert, ni el de Vingegaard, que empezó a sorprender desde el principio. Thomas tampoco era una amenaza.
El único que podía batir a Van Aert era su jefe, Jonas Vingegaard. El danés arriesgó más de la cuenta, iba disparado a pesar de que tenía 3.30 minutos de colchón. Con el amarillo asegurado no bajó el ritmo. Pero cambió de opinión a 2,2 km de meta, cuando a punto estuvo de irse contra el asfalto.
El susto le calmó. Ya no hacía falta poner en peligro su corona del Tour. Y además la etapa se iba a quedar en casa con Van Aert. Tercera etapa para el belga y la novena en el Tour, la sexta del Jumbo. Menudo festival la del grupo neerlandés en el Tour. La llegada fue emotiva. Van Aert salió a la recta de meta, golpeó la mano de Vingegaard, y el danés se fue directo a besar a su hija, en brazos de su mujer. Un abrazo entre tres fue el mejor premio para el nuevo rey del Tour de Francia.