Los Hispanos se enfrentan en el Mundial de Balonmano Masculino 2025 a un duelo a vida o muerte que no esperaban tan pronto, sobre todo después de ver cómo eran capaces de superar la primera fase sin derrotas y de encarar el inicio de la Ronda Principal peleando ante una casi desahuciada Noruega.
La derrota ante los nórdicos hace que no se pueden permitir a partir de ahora ni un despiste. De hecho, ni los empates les valdrían y todo lo que no sea ganar significaría su adiós. Ante esto, lo mejor es ir partido a partido. Así lo entiende el seleccionador nacional masculino de balonmano, Jordi Ribera, quien tacha los partidos ante Portugal y Brasil de "finales", aunque sabe que uno puede condicionar totalmente al otro.
"Tenemos dos finales y no habrá segunda si la primera no se saca", señala el preparador catalán, que mandaba así un ultimátum a sus hombres. El duelo de este viernes es a cara o cruz.
"Está claro que el partido de Noruega quizá era el único que se podía perder y quizá duele especialmente cómo se perdió, porque lo teníamos controlado hasta los últimos 10 minutos y pienso que es lo que quizá nos genera un poquito más de tristeza, que no nos hubiese podido dar una clasificación ni mucho menos definitiva, pero sí un colchón para poder llegar con más tranquilidad en la parte final", reconoce Jordi Ribera en declaraciones a la RFEB, en las que destaca que su prioridad es zanjar todo lo vivido el miércoles en ese partido y centrarse en ganarle a Portugal.
"El resultado es el que es y punto. Está claro que, en la primera parte, creo que podíamos haber sacado más goles de ventaja tal y como se jugó, pero nos faltó más acierto ofensivo. Y, en la segunda, nos dificultó el juego de siete de ellos, pero especialmente la poca eficacia que tuvimos nosotros en el lanzamiento. El problema realmente fue que estuvimos prácticamente los últimos minutos marcando solo un gol", reconocía.
Sobre lo que les espera ahora, Jordi Ribera sabe que Portugal no es la de hace unos años y que les puede dar un disgusto. "Portugal es un equipo que está en un buen momento y ha crecido mucho. Lo dicen también sus equipos de competición europea", destaca.
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"Es un equipo que, además, ha ido adquiriendo experiencia como grupo, con unos laterales que son auténticos 'killers', de mucha facilidad de lanzamiento y de solución. Tienen mucha variedad táctica. Te pueden jugar con 7 contra 6 y, en defensa, con 5-1 o 6-0. Realmente está donde está por méritos propios y porque ha ido construyendo un equipo ya unos cuantos años y ya viene con una experiencia y con un rodaje que le hace ser mucho más peligroso", advierte el técnico de los Hispanos, que ante los lusos se encontrará con un equipo que aún no ha perdido y que puede sentenciar un histórico pase a cuartos de final. Y, todo ello, con la presión añadida de que a España no le vale ni el empate.
El seleccionador nacional masculino de balonmano buscará soluciones, aunque ya sabe los defectos. "Ante Noruega, quizá buscamos un juego demasiado individualizado. Nos hacía falta un juego más colectivo para poder llegar a situaciones de finalización o a situaciones de uno contra uno, donde realmente el rival pudiese estar más desequilibrado y con menos posibilidades de apoyo. Nos metimos un poco en la vorágine de querer solucionar en el uno para uno muy rápido sin mover la defensa y es algo que a nosotros nos perjudica porque nosotros, si algo hacemos, precisamente, es jugar colectivamente y buscar siempre esa forma mejor para poder buscar una finalización", subrayó el seleccionador nacional.