La brasileña Beatriz Haddad Maia está siendo la gran revelación de la temporada en el circuito WTA. A sus 27 años está viviendo el mejor momento de su carrera. Es la 12 del mundo y hace solo unas semanas estaba situada en décima posición. En el mes pasado en Roland Garros brilló con luz propia tras hacer varias remontadas y alcanzar las semifinales del torneo parisino. Desde 1966 una tenista de su país no alcanzaba tal hito en cualquiera de los grandes del circuito.
Una muestra de la gran hazaña de Bia, como es conocida. Ahora la brasileña va por el mismo camino, pero sobre la hierba londinense. Mostrando que además es versátil y que rinde en todas las superficies. Por primera vez ha alcanzado la cuarta ronda del gran torneo británico o, lo que es lo mismo, los octavos de final. Haddad Maia ha vencido con mucha facilidad a la rumana Sorana Cirstea por un doble 6-2. Dejando claro ante la afición londinense que está en un gran momento y que está preparada para hacer frente a cualquier rival.
En el pasado Roland Garros fue capaz de dejar en el camino a Ons Jabeur, una de las mejores del circuito, y solo Iga Swiatek la alejó de meterse en una final de Grand Slam por primera vez en su carrera. Una circunstancia que aún está lejos en Londres, pero con la que ya sueñan en Brasil. Un país que ha recuperado la ilusión en el tenis tras la irrupción reciente de Bia. Una tenista que ha reescrito su propia historia en los últimos dos grandes. Realizando sus mejores resultados de siempre y que además sabe que solo le falta un pasito más para tirar abajo la puerta en la que pasaría a ser una leyenda brasileña, si no lo es ya.
Tras lo conseguido en este torneo Haddad Maia ya es la segunda brasileña que pasa a cuarta ronda Wimbledon y la primera desde que en 1976 lo hiciese María Bueno. En solo un mes está reescribiendo datos para Brasil y el tenis femenino que habían quedado demasiado lejos.
Ahora se medirá en octavos de final a la ganadora del Elena Rybakina - Katie Boulter. Por lo que tendrá un duro partido por seguir dejando su nombre y el de su país en lo más alto, algo que seguro que va a intentar para continuar viviendo el mejor momento de su carrera. Un hecho que coincide con el mejor de una brasileña en los últimos 50 años.