Francisco Salas3 min lecturaEl ciclismo está viviendo un año histórico, principalmente gracias a un hombre, Tadej Pogacar, que está haciendo casi con total seguridad la mejor temporada que nadie jamás ha hecho, incluso superando a la que siempre se ha erigido con este título, la de Eddy Merckx en 1972. Pero las dos grandes vueltas, el monumento (Lieja) y el Mundial, más todo lo demás que ha ganado, le ponen en la más absoluta élite. Y aún le queda un último asalto en Lombardía esta tarde, para terminar de rematarlo, y de hecho, es el grandísimo favorito para conquistar la prueba por cuarta vez consecutiva. No obstante, este aplastante dominio en un deporte como el ciclismo ha levantado sospechas, de dopaje concretamente, y por eso mismo, ha salido al paso de las mismas para mandar a callar a los críticos.
El esloveno ha recalcado que el ciclismo es "víctima de su pasado", cuando los ciclistas hacían todo lo posible para ser mejores, "incluso si eso significaba arriesgar su salud y sus vidas", pero en su caso confesó que estos rumores son simplemente una consecuencia de su dominio aplastante, un dominio que por otra parte, está presente en todos los ámbitos y eso sí, es "finito", ya que dentro de unos años llegará alguien y lo batirá. Aunque lo que no va a ser él es deporte porque pondría en riesgo su salud. "Si pones en riesgo tu salud por 10 años de carrera, simplemente estás arruinando tu vida, es una estupidez. No lo hago, no quiero arriesgarme a enfermar algún día".
Lo que tiene muy claro es que actualmente simplemente hacen sus carreras y espera y desea que poco a poco la gente empiece a creer en ellos de nuevo, pero tristemente, tiene claro que siempre que haya un ganador, "tendrá el foco de atención sobre él", y para que eso deje de suceder tienen que pasar años. "Tal vez en unas pocas generaciones la gente olvide el pasado, olvide a Armstrong y lo que hacían entonces".
Como ya hemos mencionado, el año de 'Pogi' es absolutamente superior a casi todo lo que se ha hecho nunca, de hecho, habría que retroceder 50 años para ver a Eddy Merckx o algunos más para la época de Fausto Coppi, pero el esloveno prefiere no entrar en esas discusiones históricas, porque aunque sea "bonito y halagador", están hablando "de otra época" de la que no sabe casi nada. "Merckx ganó todo, pero yo todavía estaba lejos de nacer. Nunca me compararé con nadie. Hago mi camino y sólo quiero ser el mejor en este momento, no mirar atrás”.