Francisco Salas4 min lecturaEl de 2024 no está siendo el mejor Tour de Jonas Vingegaard bueno, ya no la carrera en sí, si no el año, pese a que arrasó en O'Gran Camiño y la Tirreno Adriático, todo se torció, y de que manera, en la Itzulia, allí, en una bajada complicada, se fue al suelo junto a Remco Evenepoel, Primoz Roglic y varios más. El danés se pasó semanas en el hospital, e incluso estuvo en cuidados intensivos, pero aún así sacó fuerzas de flaqueza para recuperarse en tiempo récord y llegar a Florencia con el sueño de intentar conseguir su tercer maillot amarillo consecutivo.
Pero tal y como era esperable después de semejante machada, no está al 100%, ha dado exhibiciones, como en el macizo central, e incluso en Plateau de Beille hizo una de las mejores subidas de su carrera, el problema es que hay un bicho luchando contra él que se está ganando entrar en la conversación por ser el mejor de la historia, Tadej Pogacar. Aún viendo un gran Jonas, lo del esloveno es casi inhumano. Le aventajada en más de tres minutos a falta de cuatro jornadas y ha logrado superar a su rival en donde le había vapuleado en 2022 y 2023, la alta montaña. Aún con todo eso, el del Visma se mantiene en un segundo escalón, pero ha años luz del resto aún pese a la lesión. Y eso tiene un secreto.
Y esa clave sumamente importante es la nutrición, y así lo explica Karim Lambrechts, responsable de la nutrición de los corredores del Visma en el Tour, quien ha recalcado, lo importante de "estar en equilibrio energético" para los corredores. "Si no repones adecuadamente lo que consumes, corres el riesgo de no recuperarte bien, lo que también aumenta las posibilidades de enfermar”, ha comentado Lambrechts en unas declaraciones a cyclinguptodate. Y es tan vital, porque “un ciclista consume fácilmente entre 8.000 y 10.000 kilocalorías al día". Y para eso tienen diversas estrategias, una de ellas es cargar bien el cuerpo. "El desayuno de una mañana puede consistir en unas 1.500 kilocalorías. Son tres rebanadas de pan con guarnición dulce, huevo y jamón o queso encima. Luego, dos platos más de arroz con leche y un poco de fruta fresca y también un poco de requesón”.
También es vital que con tal cantidad de comida y desgaste, pueden darse alguna alegría, y es que “son personas y no máquinas”. Y casi todos tienen algún capricho especial, y llama mucho la atención el de Vingegaard. Y es que la comida favorita del campeón de dos Tours es el Doner Kebab, y Lambrechts ha sido capaz de introducirlo al menú durante las tres semanas de prueba. Y lo hace "friendo pollo con especias para shawarma y poniéndolo en una envoltura, con un poco de col lombarda, cebolla y salsa de ajo a un lado”.