La semana pasada estaba llamada a ser una de las mejores del ciclismo en los últimos años, no solo con la Paris-Roubaix, que era el colofón definitivo y una de las mejores carreras del año, aún con las caídas de algunos de los favoritos en las semanas previas; si no por la Itzulia, la vuelta al País Vasco que presentaba uno de los mejores carteles de su historia, con Jonas Vingegaard, Primoz Roglic y Remco Evenepoel, tres de los grandísimos favoritos para la victoria en el Tour de Francia junto a Tadej Pogacar, además de una pléyade de corredores del siguiente escalón como Juan Ayuso, Carlos Rodíguez, Skeljmose, Mikel Landa y muchos más, pero sin embargo, nada fue como se esperaba.
La carrera empezó con una contrarreloj donde Roglic demostró que estaba en un momento de forma espectacular, que dejó en nada los buenos tiempos de consumados expertos, como el danés, quién en el Tour de Francia hizo una de las mejores etapas contra el crono que se han visto nunca, o el belga, campeón del mundo de la especialidad. Sin embargo todo se empezó a torcer el segundo día, cuando sufrió una caída en una rotonda que no le produjo ninguna fractura, pero sí un golpe fuerte que le hizo abrasiones varias y quemaduras, con las molestias que conlleva sobre la bicicleta. Pero lo peor estaba por venir, una caída en el tercer día de competición, donde literalmente todos los favoritos acabaron por los suelos. Vingegaard con la clavícula rota, varias costillas y un neumotorax; Evenepoel con la clavícula y la escápula fracturadas; y peor salieron dos hombres con menos nombre como Jay Vine y Stef Gras, que se rompieron vértebras. Roglic también cayó al suelo, pero tuvo un poco más de suerte.
El esloveno volvió a sufrir muchas abrasiones tras deslizarse por el asfalto, pero otra vez tuvo la 'suerte' de evitar romperse nada. No obstante tuvo que poner pie a tierra porque sus heridas no eran compatibles con seguir. De hecho ahora que han pasado unos días ha aprovechado para subir una fotografía a su cuenta de instagram donde se ven las marcas de guerra que tiene y que le obligan a realizarse gran cantidad de curas. El lado bueno es que a ser solo 'chapa y pintura' va a poder estar a tope el Tour de Francia, algo que van a tener casi imposible Evenepoel y Vingegaard con sus fracturas.